(Expansión, 16-10-2025)
El FMI prevé que la presión fiscal suba en 6.500 millones en España en 2026
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la proporción de los ingresos públicos sobre el PIB en España aumente del 42,2% al 42,6% en 2026, alcanzando así su nivel más alto desde el repunte recaudatorio que siguió a la pandemia en 2021. Según su último informe sobre las finanzas públicas, el Monitor Fiscal, publicado ayer, el FMI anticipa un nuevo incremento de la presión fiscal en el país, con un aumento estimado de unos 6.500 millones de euros en los ingresos del próximo año. De acuerdo con estas proyecciones, el conjunto de los ingresos públicos se elevaría desde el equivalente al 42,2% del PIB este año hasta el 42,6% en el siguiente ejercicio. Esta cifra supone la mayor registrada desde el 42,8% de 2021, cuando la economía española experimentó una fuerte recuperación tras el desplome provocado por la crisis del Covid-19. El aumento implica que la recaudación crecerá a un ritmo superior al de la economía, incluso después de que el FMI haya revisado al alza su previsión de crecimiento del PIB español para 2025, del 2,5% al 2,9%. Cabe recordar que los ingresos tributarios han marcado récords consecutivos desde la pandemia. Tras caer un 8,81% en 2020, la recaudación ha ido en ascenso, con aumentos interanuales de hasta el 15%. En 2024 cerró con 294.734 millones de euros, un 8,4% más que el año anterior, y en los primeros ocho meses de 2025 ya se habían recaudado 20.000 millones adicionales, lo que apunta a un nuevo máximo histórico por encima de los 300.000 millones. Aunque el crecimiento económico y del empleo son los principales impulsores de la recaudación, también ha influido la negativa del Gobierno a deflactar el IRPF, es decir, a ajustar el impuesto a la inflación y a la evolución de los salarios. Esto provoca el llamado efecto de "progresividad en frío", por el que los contribuyentes pagan más impuestos aunque su poder adquisitivo no mejore. Por su parte, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) también prevé un aumento de la presión fiscal en 2026, aunque algo menor: tres décimas, del 41,7% al 42% del PIB. Este incremento se explicaría por el mayor rendimiento del IRPF y de las cotizaciones sociales, además del impacto de las subidas fiscales introducidas en la última reforma, que han generado ya 3.500 millones de euros adicionales en los primeros meses del año. A medio plazo, tanto el FMI como la Airef prevén que la presión fiscal disminuya a partir de 2027, una vez desaparezcan medidas temporales como el impuesto a la banca y la limitación de la compensación de pérdidas en el Impuesto de Sociedades. Según las proyecciones del FMI, los ingresos públicos caerían cerca de un punto porcentual ese año, hasta el 41,7% del PIB. Conviene destacar que estas previsiones se basan en políticas constantes, es decir, no incluyen posibles cambios fiscales que el Gobierno pudiera aprobar para 2026. Por ejemplo, no contemplan el aumento de las cuotas de autónomos ni la equiparación del impuesto al diésel con el de la gasolina, medidas que el Ejecutivo mantiene sobre la mesa pese a la oposición de sus socios. Todo dependerá de las nuevas iniciativas tributarias que se incluyan en el plan presupuestario para 2026, aún pendiente de presentación. En paralelo, la cuestión fiscal centró ayer un nuevo enfrentamiento en el Congreso entre la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el vicesecretario de Hacienda del PP, Juan Bravo. Este último acusó al Gobierno de "exprimir" a los ciudadanos con más impuestos y calificó a Montero como "la ministra del infierno fiscal". Ella, por su parte, rechazó las críticas asegurando que ha impulsado "la mayor rebaja fiscal de la historia" y que solo se han incrementado los tipos del IRPF sobre las rentas superiores a 300.000 euros.
LEER MÁS