(Expansión, 15-09-2025)
La Seguridad Social inyecta 2.200 millones extra para poder cubrir el coste de las bajas laborales
El fuerte aumento del absentismo laboral ha provocado que, en apenas siete meses, se agote el presupuesto anual (prorrogado) destinado a cubrir las bajas, lo que ha obligado al departamento de Elma Saiz a incrementarlo en casi un 20% para poder hacer frente a los pagos. El gasto, que se ha duplicado desde la pandemia, es ya cuatro veces mayor que hace una década. El desembolso de la Seguridad Social por incapacidad temporal continúa disparado, reabriendo el debate sobre el impacto económico del absentismo. Aunque la ministra Saiz mantiene una mesa de negociación abierta con sindicatos y patronal, las medidas para reducir el coste de la segunda partida más abultada del sistema -solo por detrás de las pensiones- no figuran, de momento, entre las prioridades. Los últimos datos tampoco reflejan mejoras derivadas del acuerdo alcanzado en verano de 2024, que incluía la renovación de convenios entre servicios de salud y mutuas para derivar bajas por causas traumatológicas -las más frecuentes- y agilizar tratamientos y altas médicas. La aplicación avanza con lentitud: solo Asturias, Baleares y Cataluña han renovado esos acuerdos un año después. Este repunte del absentismo vuelve a situarse en el centro del debate económico justo en la semana en que el Congreso tumbó la reducción de la jornada laboral. Junts, que frenó la iniciativa estrella de la vicepresidenta Yolanda Díaz, argumentó que el verdadero problema del mercado laboral no era el tiempo de trabajo, sino el fuerte absentismo, que lastra las cuentas públicas, encarece costes a las empresas y afecta a su productividad y competitividad. Según los datos de ejecución presupuestaria, hasta julio el Estado destinó 10.248 millones de euros a cubrir incapacidades temporales, un 13% más que en el mismo periodo de 2023. Esa cifra supone haber consumido casi todo lo previsto en las cuentas prorrogadas de 2023, fijadas en 11.764 millones. Ante esta insuficiencia, la Seguridad Social tuvo que añadir 2.202 millones adicionales, elevando el gasto total a 13.966 millones, es decir, un 19% más de lo inicialmente previsto. El incremento se enmarca en una tendencia sostenida al alza. Si se compara con 2019, antes de la pandemia, el gasto se ha duplicado (de 5.107 a más de 10.200 millones en el mismo periodo). Y en perspectiva de una década, respecto a 2015, el aumento es del 281%, casi cuatro veces más. El problema no solo impacta en las cuentas públicas. También repercute directamente en las empresas. Según cálculos de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), en 2025 el coste del absentismo laboral en España se incrementará en torno a un 10%, superando los 32.000 millones de euros, de los cuales la mitad -unos 16.000 millones- recaerán sobre las compañías.
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