(Expansión, 28-01-2025) | Laboral
El absentismo laboral cuesta a las empresas 13.961 millones, el triple que hace diez años
En 2024, se registraron 8,71 millones de bajas laborales por contingencias comunes, lo que representa un aumento del 6,9 % en comparación con 2023 y más del doble de las cifras alcanzadas en 2015. Estas bajas tuvieron un coste total de 28.987 millones de euros, distribuidos entre la Seguridad Social y las empresas, según el informe más reciente de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT). Este fenómeno refleja una tendencia ascendente e imparable en el absentismo laboral en España, que se ha convertido en un problema significativo tanto para las arcas públicas como para el tejido empresarial. El impacto no solo se traduce en un elevado coste económico, sino también en una notable pérdida de productividad y competitividad. El contexto es complejo: el aumento de las bajas laborales se suma a otros desafíos como las continuas subidas del salario mínimo interprofesional (SMI), el incremento de impuestos y cotizaciones sociales, las trabas burocráticas, y más recientemente, la propuesta de reducción de la jornada laboral sin reducción salarial. En este panorama, el absentismo laboral por contingencias comunes alcanzó en 2024 un gasto récord equivalente al 2 % del PIB, un 14,4 % más que en 2023 y casi el triple de lo registrado hace una década, cuando el coste rondaba los 10.146 millones de euros. Del total, 15.025 millones de euros correspondieron a la Seguridad Social, frente a los 5.340 millones de 2015, mientras que el coste directo para las empresas ascendió a 13.961 millones, casi tres veces más que hace diez años. El número de trabajadores en baja por incapacidad temporal también se disparó: un 6,9 % más que en 2023 y un 121 % más que hace una década, lo que equivale a que alrededor de 1,2 millones de empleados faltaran diariamente a sus puestos de trabajo. Aunque esta tendencia se intensificó con la crisis del Covid, no ha disminuido significativamente tras el fin de la pandemia. Algunos expertos asocian este incremento al envejecimiento poblacional, al aumento de los problemas de salud mental y a la ineficiencia de la Seguridad Social en la gestión de las bajas. Según AMAT, en patologías como las traumatológicas, la recuperación de los trabajadores podría ser más ágil si las Mutuas pudieran intervenir en los procesos de recuperación y emitir el alta médica, algo que actualmente está restringido a los servicios públicos de salud, afectados por largas listas de espera y una elevada carga asistencial. Para Miguel Garrido, presidente de la patronal madrileña CEIM, el aumento descontrolado del absentismo laboral es un problema grave que debería ocupar un lugar prioritario en la agenda política. Según Garrido, "no podemos permitirnos el gasto desmesurado que representan las bajas laborales para los recursos públicos y privados. Si las Mutuas pudieran gestionar y agilizar estos procesos, se ahorrarían millones de euros". En cuanto a la duración de las bajas, en 2024 el promedio fue de 42,6 días, un dato similar al de 2015 (42,29 días), pero con una diferencia importante: el número de trabajadores de baja ha aumentado considerablemente. Además, las cifras promedias ocultan un problema más profundo: el año pasado se registraron 133.341 bajas de larga duración, superiores a un año, un récord que supera con creces las 118.143 de 2020, en plena pandemia, y que cuadruplica las cifras de diciembre de 2019, antes del impacto del Covid.
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