(Expansión, 04-02-2025) | Fiscal
Así se desprende de la novena edición del Observatorio sobre el reparto de impuestos y prestaciones entre los hogares españoles, publicado ayer por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y correspondiente al año 2022. El informe revela un aumento generalizado en la recaudación tributaria, aunque con un menor impacto en la reducción de la desigualdad.
Según el estudio, el tipo medio efectivo del sistema fiscal en España subió 0,19 puntos en 2022, alcanzando el 35,1% de la renta bruta de los hogares. Esta cifra se acerca al 36,3% registrado en 2018, aunque sin superarlo. Además, se constató un incremento en la recaudación de todos los tributos durante 2022, con la excepción del Impuesto sobre el Patrimonio y los Impuestos Especiales. En términos agregados, los ingresos tributarios crecieron un 11,2% respecto al año anterior, 2,6 puntos más que el aumento registrado en 2021.
Por tipo de impuesto, el IRPF pasó de un 10,3% a un 10,6%, el Impuesto de Sociedades subió del 0,8% al 0,9%, mientras que el IVA y el ITPAJD bajaron del 5,1% al 4,9%. Por su parte, el Impuesto sobre el Patrimonio descendió del 0,09% al 0,08%, los Impuestos Especiales y las primas de seguros cayeron del 1,1% al 0,9%, y las cotizaciones sociales se mantuvieron en el 17,6% de la renta bruta de los hogares.
En cuanto a la evolución de los ingresos de los hogares, la renta de mercado ampliada media creció un 12,8% en 2022, tras el repunte del 14,6% registrado en 2021 como efecto de recuperación tras la pandemia. Los mayores incrementos se dieron en las rentas del capital, con un 21,6%, seguidas de las del trabajo, con un 11,8%, y las derivadas de actividades económicas, con un 11,2%.
El informe, elaborado por Julio López Laborda (Universidad de Zaragoza y Fedea), Carmen Marín (Fedea) y Jorge Onrubia (Universidad Complutense de Madrid, ICEI y Fedea), destaca que la inflación, impulsada en gran medida por la guerra en Ucrania, influyó de manera significativa en el crecimiento de la renta de mercado, en el coste de las prestaciones y en la recaudación fiscal.
A pesar de estos cambios, la capacidad del sistema fiscal para redistribuir la renta en 2022 fue la más baja de los últimos seis años, con una reducción de la desigualdad de apenas un 1,2%. De acuerdo con los autores, el IRPF sigue siendo el único tributo con un impacto significativo en la corrección de desigualdades, aunque su efecto redistributivo ha disminuido.
En términos generales, la intervención del Estado consigue reducir la desigualdad en un 32,5%. No obstante, los impuestos solo contribuyen con un 2,8% a esta corrección, mientras que el papel más relevante lo desempeñan las prestaciones monetarias, como pensiones y subsidios de desempleo, responsables del 72% de la reducción de desigualdades. Por otro lado, las prestaciones en especie, como sanidad y educación, representan el 25,2% del ajuste. En consecuencia, si se divide la población en cinco grupos según su nivel de renta, los tres primeros quintiles resultan beneficiados por la inversión pública, mientras que los dos de mayor ingreso son contribuyentes netos.