(Cinco Días, 22-01-2025) | Mercantil, civil y administrativo

Donald Trump prioriza un petróleo más barato y no permitirá que las preocupaciones por el cambio climático ni la transición hacia energías sostenibles frenen su apuesta por incrementar la producción en Estados Unidos. Durante su campaña electoral y en su discurso de investidura de este lunes, reiteró su lema "Perforar, perforar, perforar". En respuesta, el precio del crudo cayó cerca del 1,5%, situándose nuevamente por debajo de los 80 dólares, revirtiendo el impacto alcista que habían provocado las sanciones de la administración de Joe Biden a la industria petrolera rusa, que impulsaron el precio a máximos de cinco meses a inicios de este año. A pesar del riesgo geopolítico que genera su mandato, los analistas prevén que el aumento de la producción petrolera bajo su administración podría abaratar aún más el precio del crudo, que se proyecta alcance niveles más bajos en 2025.

Trump dejó claro su enfoque estratégico durante su investidura, comprometiéndose a reducir los precios, llenar las reservas estratégicas de petróleo al máximo y exportar energía estadounidense a nivel global. Este incremento de las reservas, actualmente en 394,4 millones de barriles y con una capacidad máxima de 700 millones, implicaría un aumento del 75%. Durante el gobierno de Biden, estas reservas alcanzaron niveles mínimos históricos tras la venta de 180 millones de barriles para frenar el alza de los precios de la gasolina provocada por la guerra en Ucrania. Aunque Biden inició la reposición del depósito con 60 millones de barriles, Trump buscaría aumentar significativamente este volumen, algo que requeriría la aprobación del Congreso, aunque no parece que enfrentará grandes obstáculos para lograrlo.

Desde su llegada al poder, Trump ha comenzado a desmontar lo que llama las "políticas de extremismo climático" de Biden. Ha firmado la salida de EE. UU. del Acuerdo de París y eliminado restricciones al arrendamiento de petróleo y gas en alta mar, permitiendo nuevas perforaciones en aguas costeras. Además, ha señalado su intención de fomentar que la Unión Europea compre más crudo estadounidense y de limitar la expansión de las energías renovables, atacando los grandes parques eólicos que, según él, perjudican los paisajes y no benefician a los consumidores estadounidenses. Estas medidas buscan allanar el camino para un incremento significativo de la producción de petróleo, favoreciendo a las empresas del sector.

La postura de Trump representa un factor clave para el descenso del precio del crudo. Bank of America proyecta un precio medio del Brent de 65 dólares por barril, mientras que Citi prevé una caída a 60 dólares hacia mediados de 2025. También influye la disminución de la demanda de petróleo de China, la segunda mayor economía del mundo, que alcanzará un pico de 770 millones de toneladas este año, según la China National Petroleum Corporation (CNPC), para luego comenzar a descender.

No obstante, el precio del petróleo seguirá expuesto al riesgo geopolítico. Las sanciones de EE. UU. contra la industria petrolera rusa han generado picos de precios recientemente, y las posibles restricciones de Trump a las exportaciones de crudo iraní podrían añadir volatilidad. Además, la intención del nuevo presidente de imponer aranceles del 25% a México y Canadá, principales exportadores de petróleo a EE. UU., amenaza con encarecer la gasolina y la energía en el país. Sin embargo, Trump planea compensar estas posibles subidas con un incremento de la producción nacional, una medida que el mercado parece respaldar por ahora.

ARE YOU LOOKING

FOR PERSONAL OR BUSINESS ADVICE?

Make your inquiry online or come visit us