(El Confidencial, 25-10-2024) | Fiscal
El Ayuntamiento de Madrid estima en promedio unos 140 euros la nueva tasa de basuras impuesta por el gobierno de Pedro Sánchez a partir de abril. José Luis Martínez-Almeida, durante la presentación de las ordenanzas fiscales, criticó severamente este nuevo impuesto y advirtió que afectará directamente al precio de los alquileres, ya que representará un costo adicional para los propietarios. "Es un golpe fiscal", afirmó el alcalde, quien asegura que el Ayuntamiento ha ajustado otros tributos para reducir el impacto, como la reducción del IBI, que bajará hasta el 0,428% en el tramo municipal.
Desde el Área de Economía y Hacienda, dirigido por Engracia Hidalgo, se ha estructurado este impuesto anual en dos partes: una fija que representa el 81% y está vinculada al valor catastral de cada vivienda, y una variable del 19%, relacionada con la cantidad de residuos generados. Esto implica que la mayor parte de la tasa estará relacionada con las características de cada vivienda o barrio, con un aumento notable en las zonas más acomodadas. "Estamos en total desacuerdo", señalaron tanto Almeida como Hidalgo, quienes calculan que el Ayuntamiento recaudará unos 256 millones de euros.
La tasa comenzará a aplicarse en 2025. Apodada el "tasazo de Sánchez", este impuesto supone un desafío para los ayuntamientos, que están obligados a instaurarlo según la Ley 7/2022 del 8 de abril sobre residuos y suelos contaminados, inspirada en una directiva de la UE.
La ley, en su artículo 11, sigue el principio de "quien contamina, paga" y establece que en un plazo de tres años las entidades locales deben implementar una tasa para cubrir el coste real de la gestión de residuos, incluyendo recogida, transporte y tratamiento.
Almeida recordó que la directiva europea no obliga a aplicar una tasa específica y acusó al gobierno de Sánchez de "voracidad fiscal". También advirtió sobre la "ambigüedad" de la norma y las posibles complicaciones legales que podría generar, mencionando el riesgo de reclamaciones masivas, similar a lo ocurrido con la modificación del cálculo de la plusvalía. Este riesgo ya fue señalado por la Asociación Nacional de Inspectores de Hacienda Pública Local.
El alcalde también mencionó que la tasa podría impactar el precio de los alquileres, ya que inicialmente será costeada por los propietarios, quienes probablemente la trasladarán a los inquilinos. "Que no nos hablen de topar los alquileres en Madrid, de regular precios en zonas tensionadas... Esta tasa incrementará notablemente el precio de los alquileres, ya que los arrendadores la trasladarán a los arrendatarios", afirmó.
El Ayuntamiento defiende que este nuevo impuesto será compensado con otras reducciones fiscales y bonificaciones, como las dirigidas a familias numerosas. La principal medida en las ordenanzas fiscales es una nueva rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que descenderá casi al mínimo permitido en el margen aplicable por los municipios. Según Almeida, el IBI bajará hasta el 0,428% -anteriormente, con Manuela Carmena, era del 0,510%-, situando a Madrid como la tercera ciudad con el tramo municipal más bajo.
"Por eso baja el IBI, mantenemos todas las exenciones y bonificaciones establecidas en los últimos años y las prorrogamos para 2025. Lamentablemente, debemos aprobar el 'sanchazo'", afirmó el alcalde, señalando que los madrileños se han ahorrado 1.025 millones de euros desde 2019, cuando el PP retomó la alcaldía.