(Cinco Días, 06-11-2024) | Mercantil, civil y administrativo

El Banco de España ha realizado una primera estimación sobre el impacto financiero de las recientes inundaciones en Valencia. Según explicó este martes Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, la institución calcula que la exposición de la banca española a esta catástrofe asciende a unos 20.000 millones de euros. Sin embargo, aún no se ha determinado el impacto final que esto tendrá sobre las entidades financieras.

Los datos proporcionados por el Banco de España indican que están en riesgo potencial unos 13.000 millones en préstamos a hogares y otros 7.200 millones en créditos a empresas. Además, se estima que hay 23.000 empresas y 472.000 titulares de hipotecas en los municipios afectados. La entidad ha señalado que mantiene contacto constante con las compañías de gestión de efectivo para asegurar su operatividad en las zonas impactadas.

A pesar de la magnitud de la situación, el Banco de España matiza que el impacto final dependerá de las medidas de apoyo que el Gobierno implemente próximamente. Estas incluyen la moratoria hipotecaria para los próximos tres meses, ayudas directas a los damnificados y la aplicación de ERTEs. "Es un shock no sistémico para el sistema bancario, que puede ser absorbido. La prioridad ahora es reactivar la economía y evitar efectos de largo plazo. Lo habitual es que el Consorcio de Compensación de Seguros sea la primera línea de absorción de pérdidas, luego seguirán otras medidas de apoyo", comentó Estrada.

Estrada también se refirió a los análisis sobre riesgos climáticos que han desarrollado tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo. Ambas entidades han estudiado el riesgo de transición, es decir, el impacto de las medidas necesarias para limitar el calentamiento global a menos de dos grados, cuyo coste se ve compensado al evitar riesgos físicos mayores. En este sentido, se han recomendado acciones a las entidades financieras y se han realizado pruebas de resistencia enfocadas en la transición. Sin embargo, el enfoque se ha desplazado hacia los riesgos físicos, ya que el cambio climático avanza más rápido de lo previsto. Estrada destacó que la falta de precedentes dificulta la estimación de impactos potenciales de eventos climáticos extremos, y que hasta ahora sus estudios se han centrado en los efectos de la sequía.

El Banco de España reconoce que la magnitud de las inundaciones en Valencia ha superado sus previsiones, lo que servirá para ajustar sus modelos y considerar medidas adicionales para mitigar riesgos físicos relacionados con el cambio climático.

Por otra parte, el informe sobre estabilidad financiera publicado este martes aborda la posibilidad de que los reguladores bancarios consideren colchones de capital anticíclico para cubrir la exposición de las entidades a este tipo de riesgos climáticos. Sin embargo, señala que aún es complicado diferenciar estos riesgos de otros para calcular estos colchones de capital regulatorio. Estrada recordó que, desde el año pasado, los bancos ya informan sobre su exposición a riesgos climáticos.

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