(El Economista, 15-07-2024) | Fiscal

En un contexto incierto para la segunda economía del euro tras unos resultados electorales que sugieren un aumento del déficit en Francia, los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro se reunirán este lunes para discutir la política fiscal del próximo año. En este encuentro, los países deberán delinear sus planes estructurales y presupuestarios para recibir la aprobación de Bruselas en el próximo otoño.

Se anticipa una relajación de las indicaciones acordadas por los Veinte en marzo, cuando el Eurogrupo defendía una política fiscal restrictiva para reducir el déficit y la deuda públicos. Aunque se mantendrá la idea de disciplina fiscal, se espera que el ajuste sea menos severo de lo inicialmente previsto, según informan fuentes diplomáticas.

El momento es propicio. En septiembre, los Estados miembros deberán presentar a la Comisión Europea sus planes estructurales a cuatro años, extendibles a siete si se justifican con reformas e inversiones. Estos planes se basarán en las nuevas reglas fiscales cuya reforma fue aprobada en abril. Además, antes del 20 de octubre deberán presentar sus planes presupuestarios para el próximo ejercicio, cuando la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento se aplicará plenamente.

La idea es que los Veinte lleguen a un consenso sobre la dirección que deberá tomar la política fiscal en 2025. Esto es crucial, ya que Bruselas lleva más de un año pidiendo a los países que retiren las medidas de apoyo implementadas para mitigar el impacto de la guerra en Ucrania y el aumento de los precios de la energía.

Hace seis meses, los ministros de Economía y Finanzas abogaban por una estrategia de "consolidación fiscal determinada, gradual y realista", que "refuerce la sostenibilidad fiscal, reconstruya colchones fiscales", contribuya a generar un "crecimiento sostenible" e impulse "la resiliencia de la zona euro ante futuros retos, incluida la equidad generacional".

En este contexto, instaban a evitar "medidas permanentes de aumento del déficit para facilitar una reducción duradera del déficit y de la deuda", según una declaración conjunta que proponía una "orientación fiscal restrictiva" en 2024 para todos los países de la zona euro.

Recientemente, la Junta Fiscal Europea ha solicitado a países con altos niveles de deuda, como España, un "ajuste fiscal extra". El informe del organismo, que será discutido entre los Veinte, señala que "los Estados miembros con niveles de deuda alta como Bélgica, Grecia, España, Francia e Italia, clasificados como de alto riesgo a medio plazo, deberían aprovechar la oportunidad para hacer un esfuerzo adicional para reducir sus déficits presupuestarios".

Los llamamientos de Bruselas para retirar las medidas energéticas destinadas a suavizar el impacto del aumento de los precios buscan una coordinación entre la política fiscal y la política monetaria del BCE. La intención es que no sean contradictorias y que la subida de tipos de interés logre llevar la inflación al 2%, objetivo del organismo liderado por Christine Lagarde. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, no asistirá a la reunión debido a problemas de agenda.

Los ministros de Economía y Finanzas del euro también discutirán los avances en la unión de mercados de capitales, mantendrán una conversación más profunda sobre la estrategia de competitividad del bloque para la próxima legislatura y tratarán la entrada de Bulgaria en la eurozona el próximo año.

En la reunión del Ecofin del martes, que incluye a toda la UE, los ministros debatirán sobre la recomendación de Bruselas de abrir procedimientos por déficit excesivo a siete países. Aunque no se espera una decisión inmediata, España ha evitado formar parte de este grupo, que incluye a Francia, Italia y Bélgica, aunque la Comisión Europea ha advertido que el gasto en 2024 superará el límite del 2,6% recomendado, alcanzando el 3,8%.

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