(El Periódico, 23-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

El Gobierno ha acelerado su apuesta por la inversión en defensa durante el primer trimestre de 2025 con el objetivo de alcanzar el 2% del PIB comprometido con la OTAN y la Unión Europea en el marco del plan de modernización militar. Para ello, el Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Plan Nacional para el Desarrollo e Impulso de la Tecnología y la Industria de la Seguridad y Defensa, que será remitido a Bruselas en las próximas horas. Según ha anunciado el presidente Pedro Sánchez desde La Moncloa, con este plan España alcanzará este mismo año el objetivo del 2% del PIB en gasto militar. La inversión total asciende a 10.471 millones de euros. "Es un compromiso ambicioso pero equilibrado", ha afirmado el presidente, asegurando que se financiará sin subir impuestos, sin generar déficit y sin afectar al gasto social.

Sánchez ha enfatizado que "no se recortará ni un euro en políticas sociales" para costear esta inversión en seguridad y defensa, reconociendo al mismo tiempo las discrepancias con algunos de sus socios parlamentarios. De hecho, el partido Sumar ha mostrado su oposición en el Consejo de Ministros a determinadas partes del plan, especialmente aquellas relacionadas con la producción y adquisición de nuevos sistemas de armamento. A pesar de ello, el presidente del Gobierno ha minimizado las diferencias, considerándolas matices, y ha defendido que existe consenso sobre los puntos esenciales del proyecto. Una parte importante del presupuesto -cerca del 20%- se destinará a este ámbito, y será sufragado íntegramente con fondos nacionales.

Los otros ejes del plan contemplan mejoras en los recursos humanos y materiales de las Fuerzas Armadas para equipararlas con los estándares europeos (35% del total); el refuerzo en capacidades de telecomunicaciones y ciberseguridad (31%); la mejora del papel del Ejército en situaciones de emergencia o catástrofes naturales (17%); y el refuerzo de la protección de los casi 3.000 militares españoles desplegados en misiones internacionales bajo el amparo de la OTAN, la UE o la ONU.

En cuanto a la financiación, se utilizarán principalmente remanentes de los presupuestos de 2024, recursos del fondo de recuperación europeo, ahorros derivados de la bajada en el coste de la deuda pública, y partidas no ejecutadas del presupuesto prorrogado de 2023. No será necesario recurrir al Congreso ni aprobar nuevos presupuestos, ya que, según ha señalado Sánchez, se trata de decisiones que puede adoptar el Ejecutivo en el ejercicio de sus competencias constitucionales.

Algunas de estas medidas ya se han comenzado a aplicar mediante transferencias de crédito y el uso del Fondo de Contingencia. En la última reunión del Consejo de Ministros, por ejemplo, se aprobó un préstamo de 1.000 millones de euros al Ministerio de Industria para financiar el programa espacial PAZ 2, destinado a proporcionar imágenes por satélite a las Fuerzas Armadas y los cuerpos de seguridad del Estado. Buena parte de la inversión también se dirigirá a la Armada, y se contempla la concesión de créditos para facilitar su ejecución.

Aunque el despliegue de este plan estaba previsto para antes del verano, se ha optado por adelantarlo para cumplir los compromisos ante la próxima reunión del comité de planificación de la OTAN. El objetivo es canalizar el incremento del gasto militar y concentrar en este plan la inversión adicional requerida por la Comisión Europea. En 2024, España cerró con un gasto militar del 1,4% del PIB -por encima del 1,28% inicialmente previsto-, y con esta iniciativa se pretende dar un salto de seis décimas.

El Gobierno pretende aprovechar este esfuerzo en defensa como una oportunidad para avanzar en innovación y desarrollo tecnológico, inspirándose en la experiencia de los fondos europeos. La meta es promover una reindustrialización equilibrada y sostenible en todas las provincias mediante la colaboración público-privada. "Queremos que este plan sirva para generar empleo, apoyar a nuestras empresas e impulsar la transformación industrial y digital del país, como hicimos durante la pandemia", ha afirmado Sánchez.

En esta línea, el Ejecutivo defiende que este programa no solo refuerza la seguridad nacional y el cumplimiento de compromisos internacionales, sino que también representa una palanca para dinamizar la economía. Según las estimaciones del Gobierno, el impacto económico del plan se situará entre el 0,4% y el 0,7% del PIB, con la previsión de generar cerca de 100.000 empleos, de los cuales unos 36.000 serán directos. Además, el 87% de las inversiones se quedarán en España y solo el 5% se destinarán a compras fuera de la Unión Europea, limitadas a componentes no disponibles en el mercado común.

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