(El País, 15-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

El Ejecutivo considera que, una vez más, la realidad ha desmontado las críticas del Partido Popular a la política exterior de Pedro Sánchez. Los populares arremetieron contra el presidente por su viaje a Pekín, especialmente por la reunión de tres horas con el mandatario chino, Xi Jinping, al considerar que esto podría generar tensiones con Estados Unidos. Sin embargo, apenas unos días después, el Gobierno anunciaba un nuevo viaje a Washington del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, con el objetivo de fortalecer los lazos con EE. UU. y tranquilizar a los inversores. En ese encuentro, Cuerpo se reunirá con Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense y miembro del equipo de Donald Trump, quien había criticado el acercamiento de Sánchez a China con una frase provocadora: "No sé si el primer ministro o el ministro de Economía de España dijeron que todos deberíamos acercarnos más a China, pero eso sería como cortarse la garganta".

Desde el punto de vista del Gobierno, la visita de Cuerpo es la prueba de que las relaciones entre Madrid y Washington no atraviesan una crisis, como sostiene el PP. Aunque es evidente que Sánchez y Trump están muy alejados ideológicamente y no se prevé una reunión entre ambos -a diferencia de la ultraderechista Giorgia Meloni, que sí viajará a Washington-, fuentes del Ejecutivo insisten en que se mantiene el respeto institucional entre ambos países y que los canales de comunicación siguen operativos. Además, aseguran que el viaje de Cuerpo se ha coordinado con la Comisión Europea, al igual que ocurrió con el desplazamiento de Sánchez a China, desmontando así otra crítica del PP, que afirmaba que España actuaba de forma aislada y sin consenso europeo.

Desde el Ejecutivo destacan que, antes del viaje, Sánchez habló con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y ella misma ha confirmado que también visitará Pekín en julio para participar en una cumbre bilateral entre China y la UE. "La posición de España es la misma que la de la Comisión", repitió Sánchez durante su estancia en Asia, que también incluyó una visita a Vietnam, país muy afectado por los aranceles impuestos por Trump. En ese contexto, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, dejó claro que estrechar lazos con China no significa romper con Estados Unidos.

Por su parte, tanto Albares como el ministro de Agricultura, Luis Planas, restaron importancia a las palabras de Bessent, calificándolas como un comentario informal hecho durante una cena y no como una postura oficial del Gobierno estadounidense. Además, subrayan que Trump no ha hecho ninguna declaración sobre España, y que incluso Marco Rubio, secretario de Estado con Trump, conversó con Albares antes del viaje a Pekín sin expresar ningún tipo de preocupación.

Desde la perspectiva del Gobierno, la visita a China se enmarca dentro de una estrategia diplomática coherente y ha sido un éxito, consolidando las relaciones entre ambos países tras tres viajes oficiales de Sánchez a China en los últimos años. Xi Jinping agradeció este acercamiento y avanzó que algunas de las inversiones chinas en España podrían concretarse próximamente.

Pese a ello, el PP mantiene su postura crítica. El viaje de Carlos Cuerpo no ha hecho que cambien su discurso, y consideran que el Gobierno debió "posponer" el encuentro con Xi. Además, señalan posibles intereses personales de José Luis Rodríguez Zapatero detrás de la visita, dado que el expresidente asistió días antes al foro económico de Boao, en China. "Hay que dar explicaciones sobre lo que se está negociando y qué papel tiene Zapatero en esta agenda exterior que puede perjudicar a nuestra economía", afirmó Cuca Gamarra, secretaria general del PP.

Este lunes, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, reforzó las críticas calificando el viaje a China de "imprudencia", y advirtió del "riesgo real" de que la administración Trump lo interprete como una provocación. Feijóo habló antes de conocer la visita de Cuerpo a EE. UU. y aseguró que no se ha informado con claridad sobre los objetivos del viaje ni los acuerdos alcanzados, a pesar de que Sánchez detalló en rueda de prensa varios pactos, como la apertura del mercado chino a productos españoles como la carne de cerdo, cosméticos y medicamentos.

"Esperamos que no se interprete como una provocación", reiteró Feijóo. En cambio, salvo que el encuentro de este martes entre Cuerpo y Bessent termine en confrontación, el viaje parece indicar lo contrario. Por otro lado, Feijóo sí respalda la estrategia negociadora de la Comisión Europea respecto a los aranceles de Trump, una postura que Sánchez asegura compartir. El líder del PP no aclaró aún cómo votará su partido el decreto del escudo antiaranceles, aunque criticó al Gobierno por ignorar sus propuestas. Este martes, el Consejo de Ministros prevé aprobar algunas medidas vinculadas a ese escudo, y el Ejecutivo confía en que, a su regreso de Washington, pueda convencer al PP de apoyarlo en el Congreso.

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