(El Economista, 13-09-2024) | Fiscal

El Impuesto de Patrimonio registró en 2022, por primera vez en su historia, una reducción en el número de declarantes. Según los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria, 1.002 personas dejaron de presentar esta declaración, lo que redujo el número total de contribuyentes de 231.367 en 2021 a 230.365 en 2022. Es importante recordar que este impuesto grava las fortunas superiores a los dos millones de euros desde 2011. En los tres años anteriores (2008-2010), no existía, y antes de 2007 se aplicaba a patrimonios superiores a 601.000 euros, por lo que no es posible hacer una comparación directa.

Esta disminución de declarantes coincide con dos eventos clave en el ámbito fiscal. Por un lado, la Junta de Andalucía, tras la llegada del Partido Popular, anunció en septiembre de 2022 una bonificación del 100% del impuesto, lo que en la práctica significa que los contribuyentes en esa comunidad autónoma dejaron de pagarlo. En respuesta, el Gobierno central anunció la creación del Impuesto de Solidaridad a las Grandes Fortunas, para que quienes tuvieran más de 3,5 millones de euros y no pagaran el Impuesto de Patrimonio en sus comunidades por estar bonificado, lo hicieran directamente al Estado.

A pesar de la bonificación en Andalucía, los contribuyentes con patrimonios superiores a dos millones aún deben presentar la declaración, aunque la cuota a pagar sea cero. Sin embargo, expertos fiscales indican que es difícil determinar con exactitud las razones de la caída en el número de declarantes a nivel nacional. La hipótesis más probable es que muchos de ellos, al no tener que pagar o enfrentarse a cuotas muy bajas debido a bonificaciones o pérdidas, optaron por no presentar la declaración, alejándose del radar de la Administración en un momento de mayor escrutinio fiscal hacia los más ricos.

Esaú Alarcón, abogado fiscalista y profesor de Derecho Tributario en la Universidad Abat Oliba, comenta que algunos contribuyentes con cuotas pequeñas deciden no declarar para evitar quedarse permanentemente en el sistema de control fiscal. Añade que las comunidades autónomas disponen de menos recursos que la Agencia Tributaria estatal para realizar inspecciones, por lo que no les resulta rentable iniciar procedimientos por cuotas bajas de 200 o 300 euros.

Por su parte, Alejandro del Campo, abogado de DMS Legal, recuerda que cualquier persona con más de dos millones de euros en patrimonio debe presentar la declaración, aunque algunos prefieren afrontar la multa de 200 euros por no hacerlo. Siro Barro, socio del Departamento de Derecho Fiscal de Escalona & de Fuentes, coincide en que la bonificación en Andalucía ha llevado a que muchos contribuyentes opten por pagar la sanción en lugar de presentar la declaración.

A pesar de esta reducción en el número de declarantes en 2022, el Gobierno sigue poniendo el foco en las grandes fortunas. El presidente Pedro Sánchez anunció recientemente que planea aumentar los impuestos a los más ricos con el fin de financiar el transporte público y evitar el lujo excesivo, como los "lamborghinis".

España es el único país de la Unión Europea que grava el patrimonio, y varias organizaciones de expertos fiscales han solicitado en repetidas ocasiones la eliminación de este impuesto para alinearse con las políticas fiscales de la UE y evitar la fuga de contribuyentes. De no eliminarse, sugieren al menos reducir los tipos impositivos, que actualmente llegan al 3,5%, a un máximo del 1%.

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