(El Periódico, 17-03-2025) | Laboral

La pobreza laboral sigue a la baja en Cataluña, pero también permanece enquistada entre ciertos colectivos y profesiones. Por ejemplo, más de uno de cada cuatro trabajadores de la hostelería no gana lo suficiente para salir de la exclusión social y en el caso de las empleadas del hogar escala a casi cuatro de cada 10. Y una de las soluciones cuando el sueldo de un empleo no alcanza para pagar las facturas está siendo buscarse otro.

La proporción de personas que pese a tener un empleo no llegan a final de mes o llegan muy apuradas sigue decreciendo, como viene siendo habitual en los últimos años, y en 2023, según los últimos datos recopilados por CCOO de Cataluña, se situó en el 10,4% del total de la población trabajadora.

Parte de los catalanes que logran los ingresos suficientes para escapar del umbral de la pobreza lo hacen porque combinan dos o más empleos. Y es que el número de pluriocupados ha superado por primera vez la simbólica cota de las 100.000 personas y concretamente se sitúa en los 117.336 personas, según los datos del tercer trimestre de 2024 de la EPA. "Forma parte de la mejora general del mercado laboral. No es lo ideal, pero como mínimo pueden complementar sus ingresos", ha afirmado el economista de CCOO de Cataluña, Albert Ferrer.

El sindicato ha presentado este jueves su informe anual sobre la evolución de la pobreza laboral, que traza un retrato robot de ese trabajador en riesgo de exclusión social: Mujer, nacida fuera de la UE, de mediana edad y sin estudios o estudios muy básicos. Forman parte de una familia numerosa o, todo lo contrario, vive sola.

Estas son las variables que más determinan si un empleado podrá llegar a final de mes con su sueldo o no. No en vano, las empleadas del hogar (39,6%) y las camareras (28%) son dos de los perfiles más habituales entre los trabajadores en riesgo de exclusión social.

Parte del buen momento que lleva viviendo la economía española y catalana durante el último lustro está permeando en las capas más precarias del mercado laboral. No obstante, permea a un ritmo lento y es que la pobreza laboral ha pasado del 10,9% en 2020, primer año covid, hasta el 10,4% de 2023, cinco décimas en tres años. 

No es baladí que la pluriactividad aumente y la pobreza laboral disminuya, ya que parte de la segunda se explica por la poca intensidad del trabajo en ciertos hogares. Es decir, trabajan menos horas de las que querrían y ello se traduce en parcos ingresos a final de mes. Ya sea porque les salen contratos por horas y luego no tienen continuidad, ya sea porque trabajan solo parte del mes, ya sea porque tienen contratos parciales de pocas horas.

El informe de CCOO calcula que hay unas 400.000 personas en toda Cataluña que podrían trabajar más horas de las que actualmente faenan. Además de los 334.000 catalanes que están inscritos en paro. "Es uno de los principales retos, ya que tiene una importante incidencia en la pobreza laboral", ha insistido Ferrer. Y ello pese a las reiteradas quejas de muchos sectores empresariales de la falta de mano de obra disponible.

En la línea de lo que sostienen otros estudios, el sindicato ha insistido en señalar que esa reducción general de la pobreza laboral se debe, en gran parte, a "los sucesivos incrementos del salario mínimo, están siendo muy importantes", ha afirmado el economista de CCOO.

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