(Cinco Días, 08-01-2025) | Mercantil, civil y administrativo

La reconstrucción de los daños ocasionados por la DANA en octubre pasado se posiciona como eje central de la estrategia de financiación del Tesoro español para 2025. Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, presentó las líneas generales de un programa que contempla emisiones netas por valor de 60.000 millones de euros, superando los 55.000 millones del ejercicio anterior. Este aumento busca proporcionar margen de maniobra para atender las necesidades extraordinarias generadas por el desastre natural que afectó a Valencia y Castilla-La Mancha hace dos meses y medio. "Nos aseguramos la flexibilidad necesaria para la reconstrucción", afirmó Cuerpo, aunque no especificó cómo se distribuirán estos fondos. Las emisiones brutas, por su parte, alcanzarán los 276.448 millones de euros, lo que representa un incremento del 7,4% respecto a 2024 debido a mayores amortizaciones y al incremento en las emisiones netas.

Siguiendo la tendencia de años anteriores, la mayor parte de la financiación provendrá de deuda a medio y largo plazo, con emisiones netas de bonos y obligaciones que totalizarán 55.000 millones. Los 5.000 millones restantes se obtendrán a través de letras del Tesoro, en un contexto marcado por el continuo interés de los pequeños inversores. Por segundo año consecutivo, el Tesoro mantendrá una emisión neta positiva de deuda a corto plazo para satisfacer la demanda de los ahorradores y garantizar la liquidez de estos instrumentos. Según los últimos datos disponibles de octubre, las familias poseían 26.400 millones de euros en letras, una cifra ligeramente inferior al récord de 27.446 millones registrado en agosto.

El ministro destacó que la prudencia sigue siendo una pieza clave en la política económica del Gobierno. Uno de los pilares de esta estrategia es el alargamiento del plazo medio de vencimiento de la deuda, que al cierre de 2024 alcanzó los 7,85 años. Esto contribuye a reducir el riesgo de refinanciación y mitiga el impacto de las subidas de los tipos de interés en las cuentas públicas. "Solo necesitamos refinanciar entre el 12% y el 14% de la deuda cada año", subrayó Cuerpo. Este enfoque ha demostrado su efectividad, especialmente en un contexto de incremento de tipos por parte del BCE para controlar la inflación. Aunque las tasas llegaron a subir 450 puntos básicos, el coste medio de la deuda solo aumentó en 57 puntos básicos desde los mínimos de 2021, situándose en un 2,21% al cierre de 2024, 12 puntos más que el año anterior. "Seguimos fortaleciendo la sostenibilidad de la deuda", reiteró el ministro.

Las nuevas emisiones ya reflejan el impacto de la moderación en los tipos de interés. En 2024, el tipo medio de las nuevas operaciones disminuyó hasta el 3,16%, 28 puntos básicos menos que el 3,44% de finales de 2023 y 80 puntos por debajo del pico del 3,96% registrado en octubre de 2023, momento en que el BCE pausó sus agresivas subidas de tipos.

En el contexto de 2025, año en el que volverán a aplicarse las reglas fiscales de la UE suspendidas desde la pandemia, el Gobierno reitera su compromiso de reducir tanto el déficit como la ratio de deuda sobre el PIB para garantizar la estabilidad financiera. La combinación de una disminución en las emisiones de deuda respecto a los niveles alcanzados durante la pandemia y el sólido crecimiento económico ha permitido reducir significativamente el endeudamiento. A finales de 2024, la ratio de deuda sobre PIB se situó en el 102,5%, más de 20 puntos porcentuales por debajo del pico registrado en el primer trimestre de 2021. El Ejecutivo espera que esta tendencia continúe y que la ratio se reduzca al 101,4% para finales de 2025, aunque todavía lejos del 60% estipulado como referencia por la normativa europea.

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