(Cinco Días, 14-10-2024) | Laboral

El auge del turismo, que cerrará el año con un récord histórico de visitantes internacionales (entre 90 y 95 millones de viajeros según estimaciones oficiales) y un gasto cercano a los 128.000 millones de euros, ha tenido un impacto positivo en el empleo relacionado con la hostelería (alojamiento y restauración). En agosto de 2024, el sector alcanzó su punto máximo con 2,9 millones de trabajadores (2,4 millones asalariados y 509.000 autónomos) durante el apogeo de la temporada alta.

Tradicionalmente, las cifras de empleo en estos sectores solían descender a partir de septiembre hasta enero, debido al cierre temporal de muchos negocios. Sin embargo, los dos últimos años de récords turísticos han acortado esta "temporada baja" a cinco meses (de septiembre a enero) y, en lugar de destruirse puestos de trabajo, ha habido un crecimiento en la contratación durante este período.

Esto se refleja en los datos de la última temporada baja, de septiembre de 2023 a enero de 2024, cuando el número de afiliados en el sector hostelero aumentó hasta los 7,1 millones, frente a los 6,7 millones registrados en el mismo período del año anterior, lo que supone un incremento del 5,8%. La media mensual de afiliados creció de 1,341 millones a 1,419 millones, sumando 79.000 trabajadores más. Las previsiones para 2024 son optimistas, aunque el crecimiento ha sido más moderado. En septiembre de 2024, el número de afiliados en hostelería aumentó un 3,8% interanual. Si este ritmo continúa, se espera la creación de 54.000 nuevos empleos en los próximos cuatro meses, según proyecciones empresariales.

Además del impulso turístico, otro factor clave que explica este crecimiento es la reforma laboral de 2022, que mejoró las condiciones de los contratos fijos discontinuos, reduciendo así la alta temporalidad del sector y favoreciendo el aumento de este tipo de contratación. Este contrato es indefinido y permite al trabajador ser parte de la plantilla, aunque solo trabajará en los periodos que la empresa necesite. Durante los momentos de inactividad, la empresa debe indemnizar al trabajador y llamarlo nuevamente cuando la actividad se reactive.

En la temporada baja iniciada en septiembre de 2021 se registraron 673.242 contratos fijos discontinuos, con una media mensual de 134.648. Un año después, tras la entrada en vigor de la reforma laboral, esta cifra se duplicó, llegando a 1,27 millones de contratos (con una media mensual de 254.632). En la temporada baja de septiembre de 2023, se alcanzó un nuevo récord con 1,33 millones de contratos fijos discontinuos (267.140 afiliados mensuales de media). El máximo se produjo en septiembre de 2023, con 390.000 contratos fijos discontinuos, representando el 25% de los asalariados, el doble que en septiembre de 2021.

Emilio Gallego, secretario general de la patronal Hostelería de España, señala que la temporada alta ahora comienza antes y termina más tarde cada año, destacando que el contrato fijo discontinuo ha sido crucial para este cambio en la tendencia del empleo. Según él, este contrato ofrece flexibilidad a las empresas y estabilidad a los trabajadores, quienes pueden reincorporarse al trabajo después de la temporada alta y aprovechar el periodo de inactividad para realizar otros empleos o formarse.

Gallego también menciona otros factores que influyen en la reducción de la temporada baja, como el crecimiento del número de pensionistas en España, que ha pasado de 6 a 11 millones en los últimos 12 años. Este grupo, con alto poder adquisitivo, tiende a viajar en otoño e invierno, evitando así competir con otros turistas durante los meses de verano.

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