(El Economista, 18-02-2025) | Laboral
Nueva reunión en Waterloo entre el empresariado catalán y Carles Puigdemont. La influencia de Junts per Catalunya en la gobernabilidad de España ha llevado a representantes del sector empresarial a viajar a Bélgica para negociar directamente con el líder independentista. Su voto es clave para la aprobación de medidas como la reducción de la jornada laboral, sobre la cual Junts ha mantenido una postura ambigua en las últimas semanas. Según ha podido saber elEconomista.es, una delegación integrada por miembros de Cecot, Comertia y Retailcat se reunirá con Puigdemont el 19 de febrero en su residencia en Bruselas.
No es la primera vez que empresarios catalanes se desplazan hasta Bélgica con este objetivo. Recientemente, un grupo de industriales del metal, liderados por Jaume Roura, también viajó para tratar de influir en la posición de Junts respecto al proyecto estrella del Ministerio de Trabajo, actualmente en tramitación parlamentaria. Se prevé que este tipo de encuentros continúe en las próximas semanas.
Por parte de Cecot, acudirán Xavier Panés y Oriol Alba, presidente y secretario general de la patronal, respectivamente. Cecot, una confederación gremial con gran peso en el Vallès, está integrada en Foment del Treball y mantiene una estrecha relación con el entorno de Junts. De hecho, la entidad fichó en su momento a Josep Rull, actual presidente del Parlament, como comisionado de energía tras ser indultado. Aunque la organización mantiene contacto con todas las fuerzas políticas catalanas, su vínculo con el espacio posconvergente le otorga una vía directa para influir en las decisiones de Puigdemont.
También formarán parte del viaje Ignasi Pietx, presidente de Comertia, y Joan Carles Calbet, presidente de Retailcat. Ambas asociaciones desempeñan un papel clave en el comercio catalán y tienen un peso económico considerable. Comertia agrupa a 60 empresas y 160 marcas comerciales con más de 3.200 puntos de venta y una facturación superior a los 10.000 millones de euros, mientras que Retailcat representa a 40.000 establecimientos comerciales, que en conjunto suponen el 8% del PIB catalán.
Los empresarios expresarán a Puigdemont su preocupación por el impacto que la reducción de la jornada laboral podría tener en las pequeñas y medianas empresas. Junts ha insinuado su disposición a apoyar la jornada de 37,5 horas semanales si se acompaña de ayudas a las pymes, pero las patronales alertan de que la medida, si se aplica sin tener en cuenta la productividad y el esfuerzo fiscal, podría afectar negativamente al tejido productivo. Además, critican que la decisión se tome al margen del diálogo social.
En el trasfondo de estas negociaciones, persiste el temor de que Junts llegue a un acuerdo con el Ministerio de Trabajo en torno a la reducción de jornada a cambio de concesiones en otras áreas, como el traspaso de competencias en inmigración o incluso un posible indulto para Laura Borràs, cuya condena por prevaricación y falsedad documental fue ratificada por el Tribunal Supremo la semana pasada.