(El Economista, 12-02-2025) | Mercantil, civil y administrativo
Los altos tipos de interés y el crecimiento progresivo de la actividad comercial impulsaron a la banca a un año excepcional. Si se analiza el negocio en España de las seis entidades cotizadas, excluyendo a Bankinter, que no desglosa su beneficio por país, los resultados son aún más favorables. En el mercado doméstico, la gran banca obtuvo en 2024 un beneficio de 15.787 millones de euros, representando la mitad del total y superando en un 36% las cifras del año anterior, a pesar del impacto del impuesto extraordinario al sector. Este crecimiento es cuatro veces superior al registrado en el negocio internacional y casi duplica el incremento del 20% en los beneficios globales de las entidades.
España se consolida así como el pilar clave de los resultados de los grandes bancos multinacionales, favorecida especialmente por la política del Banco Central Europeo (BCE), que mantuvo el coste del dinero elevado. Aunque Fráncfort recortó los tipos en cuatro ocasiones el año pasado, situando el de depósito en un 3%, este nivel sigue siendo alto tras una década de tipos en cero o en negativo. La banca española destaca en Europa por su fuerte dependencia del margen de intereses, en gran parte debido a la alta presencia de hipotecas a tipo variable, cuyo valor aumentó con la subida del euríbor.
Sin embargo, esta situación tiene un doble filo, ya que la sensibilidad de los bancos españoles a la política monetaria puede jugar en su contra si los tipos continúan a la baja. Conscientes de este riesgo, las entidades han tomado medidas para reducir su exposición a estos cambios, ya sea impulsando las hipotecas a tipo fijo o invirtiendo en carteras de deuda con mayor rentabilidad.
La bajada de los tipos, además, estimulará la demanda de crédito y reactivará la actividad comercial, que en los últimos años se había visto afectada por unas condiciones financieras más restrictivas. Este es el panorama que han esbozado los directivos bancarios en la presentación de sus resultados anuales, donde anticipan que un posible estrechamiento del margen de intereses podrá ser compensado con un mayor volumen de negocio.
Otro factor favorable para la banca española es el sólido desempeño de la economía nacional, que en 2023 registró el mayor crecimiento de Europa -superior al 3%-, impulsado por el auge del turismo y la estabilidad del mercado laboral, en contraste con un continente europeo en fase de estancamiento. Sorprendentemente, España, que en el pasado se encontraba a la cola de las grandes economías europeas, ha logrado destacarse como la más dinámica. Las previsiones apuntan a que esta tendencia continuará en 2024, con el Gobierno estimando un crecimiento del PIB del 2,6% y el Fondo Monetario Internacional proyectando un 2,3%.
A pesar del pago de 1.478,6 millones de euros por el impuesto extraordinario al sector, un aumento respecto a los 1.120 millones del año anterior, la banca se benefició de un ahorro de casi 1.900 millones al no tener que realizar aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos ni al fondo único de resolución europeo (FUR), tras haber completado dichas dotaciones el año previo, lo que compensó en parte el impacto del gravamen.
Entre los seis bancos cotizados en España, Unicaja fue el que experimentó el mayor crecimiento en su beneficio neto, con un aumento del 115%, alcanzando los 573 millones. La entidad, que opera exclusivamente en el mercado español, logró consolidar su posición tras años de saneamiento de su balance y la integración con Liberbank, transformando su rentabilidad en una característica estructural. No obstante, su rentabilidad sobre el capital tangible (RoTE) del 9,1% aún se encuentra por debajo del promedio del sector en España (16%), aunque el fuerte impulso de su rentabilidad en el último año ha reducido esta brecha significativamente.
Por su parte, Santander obtuvo en España un beneficio de 3.762 millones de euros, un 59% más que en 2023, convirtiéndose en la mayor contribución a las ganancias del Grupo al representar casi un tercio del total. Su margen de intereses creció un 9,3%, superando el incremento global del 7,9%, mientras que las comisiones aumentaron un 6,2%. En términos de rentabilidad, su RoTE en España ascendió 7,5 puntos porcentuales hasta el 21,7%, situándose por encima del 16,3% registrado por el Grupo en su conjunto.
A pesar de que en 2024 el negocio en España fue el eje central del Grupo, la distribución de los beneficios podría cambiar el próximo año. Se espera que los ingresos en España se mantengan estables debido a la reducción en la contribución de la banca comercial por la bajada de tipos, mientras que mercados como Estados Unidos y México serán las principales fuentes de crecimiento, según explicó la presidenta de la entidad, Ana Botín, en su última intervención.