(Cinco Días, 28-10-2024) | Laboral
Los datos de afiliación a la Seguridad Social y del paro registrado que el Gobierno publica mensualmente reflejaban que el tercer trimestre no fue favorable para el empleo, con un menor crecimiento en el turismo y una caída usual en el sector educativo. Sin embargo, la Encuesta de Población Activa del INE, una estadística de referencia para los analistas del mercado laboral, muestra que los resultados de julio, agosto y septiembre fueron mejores de lo anticipado.
En este trimestre se crearon 138.300 empleos, alcanzando un récord de 21,82 millones de personas ocupadas. Aunque es un incremento menor al del año anterior, se mantiene en línea con el de 2022, un año especialmente bueno para el empleo. Además, un dato sorprendente es que el número de personas desempleadas no aumenta, manteniéndose en 2,75 millones, casi igual que en el segundo trimestre, a pesar de que en los dos años anteriores esta cifra había subido en el tercer trimestre. Esto hace que la tasa de paro descienda al 11,21%, su nivel más bajo desde 2008.
El crecimiento de la ocupación (138.300) fue inferior al registrado en el tercer trimestre de 2023 (188.100 empleos), pero similar al de 2022 (138.200). En la última década, sin incluir 2020 y 2021 debido al impacto de la pandemia, el promedio de creación de empleo en julio, agosto y septiembre ha sido de 171.900 personas. En términos porcentuales, la ocupación creció un 0,64% este año frente al 0,88% del año pasado, lo cual indica que, aunque la creación de empleo sigue avanzando, lo hace a un ritmo menor que el año pasado y que en el período previo a la crisis sanitaria.
Un buen indicador de la desaceleración en la creación de empleo es el registro anual. Del tercer trimestre de 2022 al de 2023 se generaron 701.100 empleos, mientras que en el último año la cifra fue de 373.500 empleos, casi la mitad en comparación con los 12 meses previos. De 2021 a 2022 también se generaron más empleos, 642.100, y en todos los años desde la recuperación tras la Gran Recesión (salvo en 2019).
Este año, el paro no aumentó en el tercer trimestre, a diferencia del comportamiento de años anteriores. La tasa de desempleo se sitúa en el 11,21%, frente al 11,27% del trimestre anterior. Aunque el descenso es leve, destaca porque el año pasado la tasa aumentó 0,22 puntos porcentuales y en el anterior 0,04. Esta es la tasa de paro más baja desde 2008, lo que devuelve la tendencia a la situación previa a la pandemia, cuando era común que el desempleo bajara en el tercer trimestre.
Es importante recordar que la tasa de paro en la Unión Europea es del 5,9%, significativamente inferior a la de España, que además sigue siendo la más alta del continente. Aunque el mercado laboral español ha mejorado en los últimos años, sigue liderando en proporción de trabajadores desempleados.
La tasa de paro está directamente relacionada con el número de desempleados, que cae ligeramente en 1.000 personas entre el segundo y tercer trimestre. Este dato es mejor que en 2023, cuando aumentaron los desempleados en 86.000 personas, y también que en 2022, con un aumento de 31.000. De nuevo, esto recuerda al escenario anterior a la pandemia, cuando la cantidad de personas desempleadas solía descender en este trimestre. En promedio, la última década (sin incluir 2020 y 2021) muestra una reducción de 124.000 parados en esta época del año.
En comparación anual, el número de desempleados se reduce en 140.000 personas, una disminución del 4,85%. Esta bajada supera la de 2023, con 131.000 desempleados menos (-4,34%), y también la de 2019, último año antes de la pandemia, cuando el paro disminuyó en 112.000 personas, un 3,36%.
El número de ocupados y desempleados, sumado, forma la población activa, es decir, quienes trabajan o buscan empleo. En este sentido, hay buenas noticias, ya que la cifra alcanza un máximo histórico: en España hay 24.577.100 personas activas, 137.100 más que el trimestre anterior y 236.100 más que hace un año. Aunque este es un dato positivo y en línea con el de la ocupación, no es tan elevado como el del año pasado, cuando la población activa creció al doble de ritmo.