(El País, 17-07-2024) | Fiscal

El Gobierno empezó ayer a delinear el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2025, aprovechando el limitado margen que las nuevas reglas fiscales europeas permiten para aprobar un techo de gasto récord, cercano a los 200.000 millones de euros. De hecho, Hacienda reveló que su compromiso de reducir el déficit público al 2,5% del PIB el próximo año depende de aumentar la recaudación de impuestos el doble que el gasto público, cuyo incremento está ya sujeto a los nuevos límites comunitarios.

Específicamente, según detalló ayer la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el techo de gasto nacional, sin fondos europeos, se situará en 195.353 millones de euros, un 3,2% más que los 189.215 millones de 2024. Esta cifra incluye una inyección a la Seguridad Social de 22.881 millones de euros (7% más) para cubrir sus gastos impropios, como exige el Pacto de Toledo.

"Se trata de un incremento relevante, pero al mismo tiempo prudente, que anticipa nuestro compromiso con la responsabilidad fiscal y con el refuerzo de los servicios públicos, la sanidad, las pensiones o la dependencia", sostuvo Montero. De hecho, sumando los 3.818 millones previstos en ayudas europeas (el grueso de los fondos Next Generation para 2025 son ya créditos blandos), el límite de gasto no financiero total alcanza los 199.171 millones de euros, apenas un 0,03% más que los 199.120 millones de 2024.

Por otro lado, Hacienda ha proyectado un incremento del 6,5% en la recaudación tributaria de 2025, incluyendo la conversión en perpetuos de los impuestos a la banca y a las energéticas, y un aumento del 5,4% en el conjunto de ingresos del Estado.

Montero recordó que, bajo las nuevas reglas fiscales, el gasto primario neto de medidas de ingresos "pasa a tener una importancia predominante dentro del control de nuestras finanzas" y "marcará la capacidad de gasto de las administraciones para lograr la sostenibilidad de las cuentas públicas". En este sentido, explicó que la nueva norma impuesta por Bruselas limita el margen de aumento del gasto público al 3,2% en 2025, al 3,3% en 2026 y al 3,4% en 2027.

Por este motivo, los incrementos de gasto son ahora más moderados que los previstos para el proyecto presupuestario de 2024, en el que Hacienda proyectó un aumento del gasto nacional del 9,3%, hasta los 189.215 millones de euros, y del 0,5%, hasta los 199.120 millones, teniendo en cuenta los fondos europeos.

Hacienda confía en que el equilibrio entre gastos e ingresos proyectados le permita cumplir la nueva senda fiscal que se ha trazado, por la que se compromete a reducir el déficit público del 3% al 2,5% del PIB en 2025, al 2,1% en 2026 y al 1,8% en 2027.

"Se trata de una senda más exigente que la del último Plan de Estabilidad de 2023, que es la actualmente vigente", después de que el PP aprovechara su capacidad de veto en el Senado para tumbar la última propuesta del Gobierno, recordó Montero. La nueva senda -no el techo de gasto- deberá ser aprobada por el Parlamento, si bien el Ejecutivo y sus socios están ultimando arrebatar definitivamente a la Cámara Alta su poder de bloqueo.

La senda vigente, destacó Montero, preveía un déficit del 2,7% en 2025 y del 2,5% en 2026. El mayor esfuerzo que supone la nueva, se comprometió la vicepresidenta, "será asumido en su totalidad por el Gobierno" y "no se pedirá un esfuerzo adicional a las administraciones territoriales". Es más, las autonomías tendrán dos décimas más de margen de gasto que ahora, además de unas entregas a cuenta récord. Lo mismo ocurre con los municipios.

Así, la Administración Central tendrá que reducir su déficit al 2,2% en 2025, al 1,8% en 2026 y al 1,5% en 2027. A su vez, la Seguridad Social mantendrá durante toda la senda un objetivo de déficit del 0,2%, compatible con la actualización de las pensiones; las autonomías podrán incurrir en una décima de déficit, y los ayuntamientos deberán alcanzar el equilibrio presupuestario los tres años.

"Este es un paso decisivo en el camino de formulación de unas nuevas cuentas públicas para 2025, que esperamos presentar en tiempo y forma para tenerlas aprobadas antes del 31 de diciembre", anticipó Montero, asegurando que "las nuevas cuentas respetarán las nuevas reglas fiscales, preservando la sostenibilidad presupuestaria" de forma "compatible con el crecimiento y el impulso del Estado del bienestar". Consciente de la minoría parlamentaria del Gobierno, y de que unas nuevas cuentas públicas serían claves para dar estabilidad a la legislatura, Montero anunció que comenzará a reunirse con los grupos parlamentarios para incorporar sus demandas al proyecto, a fin de captar los apoyos necesarios, y se mostró confiada en que un pacto PSC-ERC evite que unas nuevas elecciones en Cataluña vuelvan a poner en jaque sus Presupuestos.

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