(El País, 18-12-2024) | Mercantil, civil y administrativo
La positiva evolución de la economía española en 2023 ha sido impulsada por el récord turístico, la solidez del empleo, el consumo público y las exportaciones, lo que ha resultado en una mejora del 5,6% en la competitividad regional. Este incremento, el más significativo desde 2015, se destaca en el Informe de la Competitividad Regional de España, presentado por el Consejo General de Economistas. El estudio, que se realiza desde 2008, se basa en diversas variables que evalúan aspectos como la eficiencia empresarial y el entorno institucional. Aunque todas las regiones han experimentado avances, las zonas menos dinámicas han mostrado el crecimiento más notable. No obstante, persiste una gran brecha entre las regiones más competitivas, lideradas por Madrid, Navarra y País Vasco, y las que continúan rezagadas, como Asturias, Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha, Canarias, Baleares, Andalucía y Extremadura.
El informe resalta que el llamado "triángulo competitivo", compuesto por Madrid y las comunidades forales (Navarra y País Vasco), es la única área del país con un nivel alto de competitividad. Estas comunidades, junto con Cataluña y Aragón, son las únicas con una renta media por habitante superior a la media europea. Cataluña, por su parte, se sitúa en un nivel de competitividad medio-alto, mientras que el resto de comunidades se agrupan en niveles medio-bajo o bajo. Entre estas últimas se encuentran territorios como Galicia, Cantabria, La Rioja, Castilla y León, y las regiones más rezagadas mencionadas anteriormente.
La clasificación se establece según el Índice de Competitividad Regional (ICREG), un indicador creado por el Consejo General de Economistas que evalúa siete dimensiones clave a través de 54 variables. Estas áreas incluyen el entorno económico, el mercado laboral, el capital humano, el entorno institucional, las infraestructuras, el tejido empresarial y la innovación tecnológica. Todas las categorías registraron avances en 2023, en línea con el crecimiento del 2,7% del PIB nacional en el mismo periodo. Aunque Baleares, Canarias, Andalucía y Asturias se encuentran en los últimos puestos, son las regiones que más han mejorado su índice de competitividad durante el último año.
Durante la presentación del informe, Valentí Pich, presidente del Consejo General de Economistas, destacó que, a pesar del contexto desafiante marcado por el endurecimiento de las condiciones monetarias y las tensiones geopolíticas, la economía española lideró el crecimiento en la zona euro. Sin embargo, advirtió que la renta per cápita y la productividad siguen evolucionando a un ritmo más lento y se mantienen por debajo de la media europea. Pich subrayó que las mejoras en competitividad deben traducirse en un aumento tangible en la calidad de vida de la población.
El informe también analiza la relación entre la competitividad regional y el Índice Multidimensional de Calidad de Vida (IMCV), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística. Según los resultados, existe una correlación evidente entre ambos indicadores, salvo en momentos de crisis, como la recesión financiera y la pandemia. Las regiones con mayor crecimiento en el ICREG también han visto mejoras en el bienestar de sus habitantes. Entre 2008 y 2023, los avances más destacados en calidad de vida se han producido en Castilla y León (2,8%) y Extremadura (2,4%), mientras que Murcia, Navarra y Asturias han mostrado incrementos mínimos, en torno al 0,1%.
En conclusión, aunque el progreso de la competitividad regional es innegable y algunas regiones menos dinámicas han mostrado un crecimiento significativo, persisten importantes desequilibrios territoriales. Madrid, Navarra y País Vasco mantienen su liderazgo, mientras que otras regiones necesitan un mayor impulso para cerrar la brecha y asegurar que los avances económicos se traduzcan en mejoras reales para sus ciudadanos.