(Cinco Días, 19-12-2024) | Mercantil, civil y administrativo

La Reserva Federal ha reducido los tipos de interés en un cuarto de punto en su última reunión del año, pero dibuja un panorama más incierto para 2025, con una relajación de la política monetaria que será más lenta de lo que se preveía inicialmente. Se espera que solo se produzcan dos recortes en todo el año. Con esta decisión, los tipos en Estados Unidos cierran el año por debajo del 4,5%. Desde mañana, el rango del precio del dinero se ubicará entre el 4,25% y el 4,5%, cumpliendo así con el plan previamente establecido.

Este recorte es el tercero y último de 2024. Tras mantener los tipos en un máximo histórico del 5,5% durante más de un año, el banco central estadounidense inició la reducción en septiembre con una significativa rebaja de medio punto, el doble de lo que el mercado anticipaba. Posteriormente, en noviembre, se efectuó un segundo recorte de un cuarto de punto, dejando entrever un tercer ajuste en diciembre, tal como lo anunció en su momento el presidente de la Fed, Jerome Powell, quien defendió un enfoque gradual.

La incógnita ahora radica en lo que sucederá en 2025. Según las proyecciones más recientes de la Fed, el ritmo de relajación será más lento de lo que se estimaba hace unos meses. En septiembre, las previsiones apuntaban a entre cuatro y cinco recortes para el próximo año, con la posibilidad de que los tipos cerraran 2025 por debajo del 3,25%. Esto habría supuesto una reducción acumulada de más de un punto durante el año. Sin embargo, las expectativas actuales son más moderadas, y la mayoría de los gobernadores (10 de 19) anticipan que los tipos terminarán el próximo ejercicio en un rango entre el 3,75% y el 4%. Esto se traduciría, probablemente, en dos recortes de un cuarto de punto cada uno.

Para 2026, aunque las previsiones son menos consensuadas, se estima un ritmo similar de ajustes, con los tipos cerrando el año entre el 3,25% y el 3,5%. Desde la Fed insisten en la necesidad de actuar con prudencia ante las incertidumbres económicas, evitando referirse directamente a las políticas del presidente electo, Donald Trump, aunque estas podrían tener un impacto significativo en las decisiones del banco central.

Expertos advierten que medidas como los aranceles y las deportaciones masivas anunciadas por Trump podrían intensificar las presiones inflacionarias, complicando el plan de la Fed. Algunos analistas incluso sugieren que estas circunstancias podrían forzar al banco central a revertir las bajadas y volver a subir los tipos. Por ahora, este escenario no se contempla, pero la Fed se muestra más cautelosa y anticipa menos recortes, combinados con pausas en el ajuste de la política monetaria.

El mercado ya da por hecho que en la reunión de finales de enero el organismo mantendrá los tipos sin cambios, inaugurando el año con una pausa que podría extenderse al menos hasta marzo o incluso hasta la primavera. Desde la Fed subrayan la necesidad de observar avances más claros en la inflación hacia el objetivo del 2%. Sin embargo, en los últimos dos meses, la inflación ha mostrado una tendencia opuesta, con ligeros repuntes consecutivos que la situaron en el 2,8% en noviembre.

En contraste, la economía sigue mostrando solidez. Aunque el desempleo ha aumentado ligeramente, se mantiene en niveles históricamente bajos. Al mismo tiempo, la victoria de Trump en las elecciones de noviembre ha generado euforia en los mercados, que han alcanzado máximos históricos en las últimas semanas, al igual que el dólar, que ha registrado un fuerte ascenso en el último mes y medio.

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