(El Economista, 19-09-2024) | Laboral
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha modificado inesperadamente la agenda de su departamento esta semana. En lugar de realizar la reunión prevista de la mesa de diálogo social para debatir la reducción de la jornada laboral a 38,5 horas en 2024 y 37,5 horas en 2025, Díaz está manteniendo una serie de reuniones con patronales, sindicatos y agrupaciones catalanas para conocer sus opiniones. Según fuentes empresariales, Díaz ha llevado a cabo una serie de entrevistas de carácter "protocolario" en Barcelona, por iniciativa propia. En estas reuniones ha encontrado una postura similar a la de Madrid: las patronales, en contra y con demandas parecidas a las planteadas por la CEOE; mientras que los sindicatos están preparando movilizaciones.
Díaz se reunió primero con la patronal de las pymes en la región, Pimec, presidida por Antoni Cañete. A pesar de que la vicepresidenta ha maniobrado al margen del diálogo social tradicional para incluir a esta y otras patronales en los órganos consultivos de la negociación colectiva, Pimec prefiere que la reducción de la jornada se canalice mediante la negociación colectiva, es decir, a través de los convenios que se renovarán en los próximos años. La patronal aboga por respetar la autonomía y flexibilidad de adaptación en las medidas, así como por hacer un seguimiento de las mejoras generalizadas.
Existen también diferencias entre el Ministerio de Trabajo y Pimec en otros aspectos. La patronal propone bonificaciones en la Seguridad Social o incentivos fiscales a cambio de apoyar la reducción de jornada, así como un análisis del impacto que esta medida tendría en las pymes y autónomos. Para ellos, es "impensable" que las empresas asuman solas esta medida, y temen que su aplicación unilateral pueda generar una pérdida de competitividad y aumentar la rotación laboral, como sucedió en Francia.
Hoy también se prevé una reunión con Foment del Treball, la patronal presidida por Josep Sánchez Llibre. Foment, según fuentes de la organización, comparte la oposición de la CEOE a la reducción de la jornada en los términos planteados por el ministerio de Trabajo y defiende que cualquier cambio en la jornada laboral debe pasar por la negociación colectiva, lo cual no contempla actualmente el Gobierno, ya que retrasaría la implementación de la medida.
Díaz mantuvo ayer por la tarde un encuentro con representantes de varios sectores económicos afectados por la reforma, entre ellos altos cargos de Pimec, como Emma Gumbert y Josep Ginesta, y líderes de asociaciones de limpieza, farmacias, empresas de fitness, jóvenes agricultores y empresas de ocio, educación y cultura.
La agenda del Gobierno anunció el martes por la noche la presencia de la ministra en Barcelona, acompañada por su número dos, Joaquín Pérez Rey, quien es el encargado de las negociaciones con la CEOE, Cepyme, UGT y CCOO. Debido a este viaje, la próxima reunión del diálogo social se ha pospuesto al 24 de septiembre, cuando originalmente estaba programada para el jueves 19, alegando "problemas de agenda".
Durante su estancia en Barcelona, Díaz también se reunirá hoy con los principales sindicatos, UGT y CCOO, en una sesión a tres bandas. Los sindicatos aprovecharán el encuentro para presionar y dar más fuerza a sus movilizaciones, argumentando que las patronales están "bloqueando" la negociación.
Javier Pacheco y Camil Ros, secretarios generales de CCOO y UGT en Cataluña, anunciarán en una rueda de prensa tras la reunión con Díaz el calendario de movilizaciones en todo el país para exigir la aprobación de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, que empezará el 26 de septiembre. Se espera que estas movilizaciones tengan un impacto significativo en la industria catalana, con la previsión de que el 30% de los trabajadores participen en las protestas.