(Expansión, 07-01-2025) | Fiscal
El año 2024 ha finalizado con una recaudación fiscal histórica en España. Aunque los datos definitivos del cierre del ejercicio tardarán cerca de tres meses en publicarse, las cifras oficiales indican que los ingresos públicos acumulados en los primeros once meses del año ya superaron la totalidad de la recaudación registrada en 2023. Este incremento ha sido impulsado, en gran medida, por el efecto de la subida fiscal encubierta derivada de la decisión de Hacienda de no ajustar el Impuesto sobre la Renta a la evolución de precios y salarios.
La negativa del Gobierno a deflactar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) genera un fenómeno conocido como "progresividad en frío" o "rémora fiscal", lo que implica que los contribuyentes tributan más pese a experimentar una pérdida de poder adquisitivo. Este es el caso de un trabajador que recibe un aumento salarial que lo ubica en un tramo impositivo superior, aunque dicho incremento no le compense el encarecimiento del coste de vida. A pesar de que la falta de ajuste en el IRPF lleva décadas sin aplicarse bajo gobiernos de diferentes signos, su impacto ha sido especialmente notable en los últimos años, marcados por una inflación sin precedentes en cuatro décadas.
Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), solo en 2024 la ausencia de deflactación en las tarifas del IRPF permitió recaudar 3.400 millones de euros adicionales, representando el 40% de los 8.500 millones de euros extra recaudados por este impuesto hasta noviembre. Este mecanismo se ha convertido en una de las principales herramientas de Hacienda para mejorar las cuentas públicas. La AIReF, en su informe sobre el Plan Fiscal Estructural de Medio Plazo 2025-2028, estima que entre 2024 y 2031 la falta de ajuste del IRPF aportará 15.900 millones de euros de los 25.800 millones que el Gobierno planea obtener mediante medidas discrecionales de ingresos. Esto significa que seis de cada diez euros de ingresos adicionales provendrán de esta práctica.
De no haberse considerado esta progresividad en frío como una política de aumento de ingresos, la Comisión Europea habría requerido a España presentar medidas adicionales o reducir sus proyecciones de gasto público, según advirtió la AIReF.
Hasta noviembre de 2024, la recaudación total ascendió a 273.993 millones de euros, superando en más de 2.000 millones lo recaudado durante todo 2023. El IRPF representó el 44% de estos ingresos, con una recaudación de 121.069 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 7,53%, pese a que 11 comunidades autónomas, lideradas por el PP, aplicaron ajustes para mitigar parcialmente el impacto de la inflación en la tarifa autonómica del impuesto.
De cara a 2025, la AIReF prevé que la falta de deflactación en el IRPF aportará 1.800 millones de euros adicionales. Paralelamente, la normalización de los precios de la energía ha impulsado significativamente los impuestos indirectos. El IVA, que representa un tercio de la recaudación, alcanzó 86.400 millones de euros hasta noviembre, un 7,45% más que en el mismo período de 2023, mientras que los Impuestos Especiales crecieron un 6,2%, llegando a 20.300 millones. Además, se espera que el fin de la rebaja del IVA de los alimentos en 2025 incremente aún más esta fuente de ingresos.
Por otro lado, el Impuesto de Sociedades generó 34.000 millones de euros en los primeros once meses de 2024, registrando el mayor incremento porcentual, del 13,5%. En 2025, se anticipan ingresos adicionales por este impuesto, tras la entrada en vigor del tipo mínimo global del 15% para multinacionales y la corrección del vacío recaudatorio derivado del fallo del Tribunal Constitucional sobre las reformas previas del exministro Cristóbal Montoro.