(El Confidencial, 08-10-2024) | Laboral

Durante el último año, España ha mantenido de manera constante un total de 921.000 trabajadores en situación de baja por incapacidad temporal, la cifra más alta registrada hasta ahora. Según los datos de la EPA, más de cuatro de cada 100 trabajadores se encontraban de baja médica. Este aumento ha generado preocupación en el Gobierno, no solo por lo que podría indicar sobre la salud de los españoles, sino sobre todo por el elevado coste para la Seguridad Social. Entre enero y agosto, la Seguridad Social ha desembolsado 10.400 millones de euros en prestaciones por incapacidad temporal, un gasto que ha aumentado considerablemente en los últimos años. En comparación con el mismo periodo de 2023, ha crecido un 18%, y respecto a los niveles previos a la pandemia, ha subido un 76%.

El Ministerio de Seguridad Social ha compartido su inquietud con los agentes sociales sobre este incremento en las bajas laborales, según informan fuentes del diálogo social. La cartera que dirige Elma Saiz está buscando encauzar las preocupaciones de las empresas, que llevan meses advirtiendo que el absentismo es uno de los principales desafíos en la gestión de recursos humanos. Además, el propio Ministerio está genuinamente preocupado por el aumento de estas bajas. Esta semana, Saiz anunció la creación de una mesa de negociación con los agentes sociales para abordar la reforma de la incapacidad temporal, con el fin de "hacer un seguimiento de la evolución de los procesos y sus prestaciones", una preocupación compartida por todas las partes implicadas.

La Seguridad Social ya había previsto la creación de este grupo de trabajo en el último acuerdo sobre pensiones con los agentes sociales, con el objetivo de monitorear los procesos de incapacidad temporal. Sin embargo, los agentes sociales aún no saben cuál será la estrategia que el Ministerio adoptará para revertir la tendencia actual. La patronal, por su parte, intentó incorporar el tema del absentismo en las conversaciones sobre la reducción de la jornada laboral. Para la CEOE, cualquier reducción del tiempo de trabajo debería ir acompañada de un control más riguroso de las ausencias en el trabajo para evitar posibles fraudes.

La semana pasada, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, expresó su preocupación por el aumento del absentismo, destacando que es un problema significativo en España en términos de horas de trabajo perdidas cada trimestre. En un foro celebrado en Orihuela, Garamendi señaló que "el gran problema de horas en España es el del absentismo, que se ha disparado". Sin embargo, todas las partes involucradas son cautelosas al abordar el tema, evitando acusar a los trabajadores o médicos de abusar del sistema de bajas.

Históricamente, se observa que cuando la situación económica es favorable y los trabajadores no temen perder sus empleos, los casos de incapacidad temporal aumentan. Por el contrario, en tiempos de crisis, los empleados tienden a evitar cogerse bajas por miedo a ser despedidos. El desafío para el Ministerio y la patronal es encontrar un equilibrio entre proteger a quienes realmente necesitan una baja médica y prevenir el abuso del sistema.

Por su parte, los sindicatos sostienen que el absentismo no es un problema real, sino que se debe al envejecimiento de la población trabajadora y a la saturación del sistema sanitario, lo que alarga y hace más frecuentes las bajas. Según los sindicatos, el enfoque debería estar en la prevención de riesgos laborales y en mejorar la atención sanitaria, dos temas que estarán presentes en la próxima negociación sobre la reforma de la incapacidad temporal.

El anuncio de la ministra Saiz sobre la creación de una incapacidad temporal flexible se enmarca en esta mesa de negociación, aunque, en este caso, la intención del Gobierno no es tanto reducir el gasto de la Seguridad Social, sino responder a una demanda histórica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

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