(El País, 31-12-2024) | Mercantil, civil y administrativo
El ahorro de las familias aumentó en el tercer trimestre del año, alcanzando el 7,1% de su renta disponible bruta, lo que supone un incremento de 1,6 puntos respecto al mismo periodo de 2023 y superando su promedio histórico, que se sitúa ligeramente por debajo del 7%. Así lo refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE) en sus últimos datos sobre las Cuentas Trimestrales no Financieras de los Sectores Institucionales, publicados este lunes. Eliminando los efectos estacionales y de calendario, la tasa de ahorro del sector creció 1,1 puntos frente al trimestre anterior, situándose en el 14,2%, el nivel más alto desde el tercer trimestre de 2021, cuando el consumo aún estaba contenido por los efectos de la pandemia.
Este incremento en el ahorro está relacionado con varios factores, entre ellos, la moderación en el aumento de los precios y la fortaleza del mercado laboral, que ha mostrado avances en términos de creación de empleo y aumentos salariales. Estas condiciones han contribuido a recuperar parte del ahorro que se redujo significativamente en 2022 debido al fuerte impacto de la inflación, que disminuyó el poder adquisitivo de los hogares.
En diciembre de 2024, la inflación se situó en el 2,8%, lo que dejó una media anual cercana al 2,5%, un nivel mucho más bajo que el 3,6% registrado el año anterior, según los datos preliminares del INE. Este descenso en el Índice de Precios de Consumo (IPC) ha favorecido cambios en la política monetaria, con reducciones en los tipos de interés que han aliviado la carga de las hipotecas y el endeudamiento. Paralelamente, el mercado laboral alcanzó máximos históricos en afiliación, con 21,3 millones de trabajadores, y los niveles de desempleo más bajos desde 2007. Además, los aumentos salariales pactados en convenios colectivos han seguido de cerca el ritmo de la inflación, y se prevé que los salarios sigan creciendo en 2025. Otro factor que podría influir es el crecimiento del número de pensionistas, quienes suelen tener una menor propensión al consumo.
Este conjunto de elementos también ha impulsado un aumento en la renta disponible bruta de los hogares, que creció un 8,2% en el tercer trimestre de 2024, según el INE. El gasto en consumo final también subió, aunque a un ritmo menor, del 6,6%, lo que ha contribuido al avance del Producto Interno Bruto (PIB).
Al cierre de septiembre, la renta bruta de las familias ascendió a 237.811 millones de euros, frente a los 219.792 millones del mismo periodo del año anterior. El ahorro bruto aumentó de 11.965 millones en el tercer trimestre de 2023 a 16.997 millones en 2024, un incremento del 42%, ya que las familias gastaron menos de lo que ingresaron. El consumo final creció de 207.465 millones a 221.243 millones, mientras que su capacidad de financiación, es decir, el saldo positivo, fue de 398 millones de euros en el trimestre, en contraste con un déficit de más de 3.000 millones en el mismo periodo de 2023.
A nivel global, considerando hogares, empresas y Administraciones públicas, la renta bruta disponible ascendió a 387.069 millones entre julio y septiembre, con una capacidad de financiación de 19.407 millones, lo que representa un aumento de casi 5.000 millones respecto al mismo periodo de 2023. Esto equivale al 4,9% del PIB, o al 4,2% si se eliminan los efectos de estacionalidad y calendario. En cuanto a las instituciones financieras, su saldo positivo fue de 7.901 millones, aunque inferior al año pasado por una caída en su renta disponible, mientras que las sociedades no financieras alcanzaron 1.790 millones.
El consumo final de las Administraciones públicas también creció en el tercer trimestre, a un ritmo del 6,9% respecto al mismo periodo de 2023. Asimismo, su renta disponible bruta aumentó un 7,3%, y el ahorro bruto llegó a 19.122 millones, un 8,6% más. Sin embargo, la inversión avanzó apenas un 0,1%.
En conjunto, la capacidad de financiación de las Administraciones mejoró hasta los 9.318 millones de euros en el tercer trimestre, frente a los 8.338 millones del año anterior. Sin embargo, ajustando por estacionalidad y calendario, se observó una necesidad de financiación equivalente al 3,5% del PIB, ligeramente superior al 3,2% registrado en el trimestre previo.