(El Economista, 04-11-2024) | Laboral
Los jubilados se preparan para un nuevo aumento en sus pensiones, destinado a compensar el incremento de los precios registrado en el último año. De acuerdo con lo establecido en la Ley, el poder adquisitivo de este grupo está garantizado y vinculado a la inflación anual, según la reforma de pensiones de 2021. A la espera de conocer el Índice de Precios al Consumo (IPC) de noviembre y basándose en las estimaciones de los expertos, se espera que las pensiones contributivas aumenten cerca de un 3% en 2025. Esto representará un aumento de unos 5.000 millones en el gasto de la Seguridad Social, incluyendo pensiones que por primera vez superarán los 3.200 euros mensuales (casi 48.000 euros al año).
Los pensionistas conocerán el incremento definitivo a mediados de diciembre, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) publique la tasa de inflación final de noviembre. Con este dato, la Seguridad Social calcula la inflación promedio de los doce meses anteriores (de diciembre de 2023 a noviembre de 2024 en este caso) para determinar el aumento que recibirán, aplicable a todas las pensiones contributivas.
La evolución de los precios hasta octubre, junto con las previsiones de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), sugiere una inflación media de los últimos doce meses de 2,94%. Este dato preliminar probablemente estará muy cerca del definitivo, que servirá como base para que en diciembre el Gobierno anuncie el ajuste de las pensiones, beneficiando a más de nueve millones de pensionistas en España.
¿Cómo impactará este aumento en las pensiones? Cada persona lo notará de forma diferente. Para calcularlo, simplemente multiplique su pensión actual por 2,9 y divida el resultado entre 100. Así obtendrá el incremento aproximado que verá reflejado a partir de enero. Tomando como ejemplo la pensión media de todo el sistema (1.259,6 euros mensuales, según el último informe del Instituto Nacional de la Seguridad Social), el aumento será de unos 38 euros brutos mensuales en promedio.
La pensión media de jubilación, que actualmente es de 1.447,4 euros mensuales, aumentará alrededor de 42 euros bajo estas proyecciones. La de incapacidad permanente, que hoy es de 1.164,78 euros brutos al mes, subirá aproximadamente 34 euros. La de viudedad, con un promedio actual de 898 euros brutos al mes, se incrementará en unos 27 euros mensuales. La de orfandad, ahora en 503 euros brutos mensuales, aumentará unos 14 euros mensuales. La prestación a favor de familiares, con un promedio de 744 euros brutos al mes, subirá en unos 22 euros.
El régimen general, compuesto principalmente por antiguos asalariados, representa el mayor grupo de pensionistas (7,6 millones) y concentra un gasto mensual de 10.475 millones de euros. La pensión media de este grupo, actualmente de 1.373 euros, se actualizará para superar los 1.400 euros mensuales. Por su parte, el colectivo de autónomos, que representa cerca de 2 millones de pensiones y un gasto de 1.733 millones de euros, seguirá recibiendo una prestación media por debajo de 900 euros brutos mensuales, incluso después de la subida con el IPC previsto.
Las pensiones de los funcionarios, correspondientes al antiguo régimen de Clases Pasivas que incluye al personal militar, civil de la Administración General del Estado, la Justicia, las Cortes Generales y otras instituciones, así como a los funcionarios transferidos a comunidades autónomas, son de unos 2.250 euros brutos al mes y se incrementarán en unos 67,5 euros mensuales.
La última reforma de pensiones, aprobada en 2023 bajo la gestión del ministro José Luis Escrivá, introdujo una nueva fórmula para actualizar la pensión máxima. Este límite se ajusta en función de la variación de la inflación utilizada para todas las pensiones, sumando además un incremento adicional de 0,115 puntos. Con esta fórmula, la pensión máxima subirá un poco más del 3%, acercándose a los 3.300 euros mensuales, lo que significa unos 45.800 euros anuales, una cifra histórica en la Seguridad Social.