(El País, 08-01-2025) | Laboral

Los empleados de las entidades financieras y aseguradoras en Madrid y los trabajadores agropecuarios en Andalucía representan los extremos en la disparidad salarial en España, evidenciando las marcadas diferencias entre sectores y regiones. Según los datos más recientes de la Agencia Tributaria, en 2023 el salario promedio de un trabajador en España superó los 23.000 euros anuales. Sin embargo, mientras que los profesionales de banca y seguros en Madrid alcanzaron una media de 63.895 euros, los agricultores, ganaderos y pescadores andaluces apenas recibieron 7.703 euros, una diferencia de casi nueve veces menos.

Paola Vecino, experta en recursos humanos de ManpowerGroup, señala que las mayores diferencias salariales se observan entre sectores altamente especializados, como las finanzas y las telecomunicaciones, y aquellos con menor nivel de especialización, como la agricultura o los servicios básicos, caracterizados a menudo por una alta temporalidad. Según Vecino, "la especialización es un factor clave que acentúa estas brechas salariales".

De forma general, los datos sectoriales confirman esta desigualdad. Por ejemplo, mientras los empleados de servicios personales y de ocio percibieron una media de 12.675 euros anuales, los trabajadores de bancos y aseguradoras superaron los 40.000 euros, casi cuatro veces más. Otros sectores también reflejan estas diferencias: los operarios de agricultura y pesca ganaron 13.217 euros, frente a los 32.948 euros de quienes trabajan en industrias extractivas, energía y agua. Asimismo, los empleados de servicios empresariales (18.644 euros) quedaron muy por debajo de los de telecomunicaciones (30.054 euros).

Javier Blasco, director del Adecco Group Institute, atribuye estas disparidades a factores como la productividad, vinculada a la formación y a los procesos de digitalización y tecnología, que influyen directamente en los salarios.

El lugar de trabajo también es un factor determinante. Madrid lideró en 2023 con una media salarial de 30.769 euros, seguida de Cataluña, mientras que las regiones con salarios más bajos fueron Murcia, Andalucía y Extremadura, esta última con una media de 18.344 euros.

Las diferencias territoriales responden a factores como el coste de vida y la concentración de grandes empresas e industrias. En el sector bancario, por ejemplo, los empleados en Madrid ganaron de media 63.895 euros, casi el doble que sus colegas en Extremadura (32.892 euros). En telecomunicaciones, los trabajadores de Madrid y Cataluña obtuvieron 44.902 y 39.667 euros, respectivamente, frente a los menos de 25.000 euros de Canarias y Extremadura.

Estas diferencias también se reflejan en las actividades con menores ingresos. Los agricultores y pescadores en Andalucía, Melilla y Extremadura recibieron cerca de 8.000 euros anuales, mientras que en Cantabria y Galicia la cifra superó los 20.000 euros. Según Blasco, esto se debe a la mayor cualificación requerida en algunas regiones con productos específicos, como el marisco o la anchoa. En el caso de los servicios personales y de ocio, Baleares, Canarias, Madrid y Barcelona registraron los salarios más altos debido a su dependencia del turismo, mientras que Murcia y Extremadura quedaron en la cola.

Estas dinámicas salariales generan un flujo migratorio hacia las regiones más desarrolladas, contribuyendo al despoblamiento de las áreas rurales. Según los expertos, este fenómeno refleja cómo las diferencias en productividad, especialización y estructura económica condicionan las oportunidades laborales y los ingresos en España.

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