(Expansión, 23-07-2024) | Mercantil, civil y administrativo

La inversión de los minoristas representa el 40% del saldo pendiente. El creciente interés en estos títulos, que destacan en rentabilidad en comparación con los depósitos, ha impulsado el volumen de la cartera de deuda a corto plazo de las familias. La fuerte demanda por parte de los minoristas en las Letras del Tesoro sigue sin cesar. Según los últimos datos publicados ayer por el Banco de España, en mayo, las familias aumentaron su inversión en deuda soberana a corto plazo, alcanzando los 27.000 millones de euros por primera vez en la historia.

Este incremento reciente implica que los particulares ahora poseen el 37,42% del saldo pendiente de Letras del Tesoro, con una inversión principalmente en el plazo de 12 meses, aunque abarca toda la curva de este tipo de deuda. Por primera vez, se acercan al 40% de todos los títulos en circulación.

En mayo, los inversores minoristas incrementaron su cartera de deuda a corto plazo en 444 millones de euros, lo que significa que no solo reemplazaron las Letras que vencieron, sino que también invirtieron más dinero nuevo en este activo. Esta cifra es aproximadamente la mitad del aumento registrado en abril, cuando el valor de las Letras en manos de los particulares creció en 828 millones de euros netos, y más de un 60% inferior al aumento de marzo, que fue de 1.208 millones, el pico más alto de este año.

Según los expertos, esta disminución en la magnitud de los incrementos netos de la cartera de deuda de los pequeños inversores es comprensible dado el pico alcanzado en marzo. Además, los minoristas ahora deben destinar más recursos solo para mantener el peso de la deuda que ya tienen, pero que alcanza su vencimiento.

De hecho, la relación entre las familias y las Letras del Tesoro ha sido casi ininterrumpida. Desde que las rentabilidades de la deuda comenzaron a aumentar con las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, los particulares solo han reducido su posición en un mes.

En febrero de este año, el saldo pendiente de Letras en manos de los inversores minoristas disminuyó en unos 50 millones, una cantidad insignificante que interrumpió la racha debido a los elevados vencimientos, pero no afectó la tendencia general. En los otros 20 meses desde que las familias volvieron a invertir en Letras, se han registrado saldos positivos que han batido todos los récords, alcanzando casi los 4.000 millones de euros en meses como febrero del año pasado.

Los datos del Banco de España incluyen las últimas subastas celebradas por el Tesoro antes de que el BCE realizara su primera reducción de los tipos de interés. En junio, la autoridad monetaria situó el precio del dinero en el 4,25%, reduciéndolo en 25 puntos básicos, un movimiento que tiene un impacto directo en la rentabilidad de las Letras.

Al igual que la subida de los tipos de interés en la deuda atrajo a los inversores minoristas, la caída podría reducir su interés. Sin embargo, la perspectiva de que las tasas no volverán al 0% de hace dos años, como se cree en el mercado, actúa como un factor de protección.

El mayor descenso en el interés ofrecido se ha producido en los plazos más cortos de las Letras, mientras que los títulos a 12 meses, que concentran la mayor parte de la inversión, casi no se han visto afectados.

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