(El Mundo, 06-11-2024) | Mercantil, civil y administrativo
Este martes, los demócratas han perdido el control del Senado, que ahora ha pasado a manos de los republicanos después de que estos lograran los 51 votos necesarios para asegurar la mayoría. Asimismo, el intento de los demócratas de obtener el control de la Cámara de Representantes se ha debilitado, ya que solo han conseguido 186 de los 218 escaños necesarios. Con la pérdida de los escaños de Virginia Occidental y Ohio, previamente en manos demócratas, los republicanos han revertido el dominio en el Senado después de cuatro años, según las proyecciones de Associated Press (AP) y Fox News.
La atención ahora se centra en la lucha por la Cámara de Representantes, donde los republicanos lideran y aspiran a mantener su control. Con 181 escaños asegurados hasta el momento, el partido del expresidente Donald Trump ha logrado ganar tres escaños adicionales frente a los demócratas, quienes, por su parte, han sumado dos. Según las proyecciones de Fox y CNN, el avance del conteo coloca a los republicanos ligeramente más cerca de los 218 escaños necesarios para alcanzar la mayoría, frente a los 152 obtenidos por los demócratas.
El expresidente Donald Trump se aproxima a la victoria en las elecciones de Estados Unidos tras imponerse en estados clave como Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, tres de los siete considerados cruciales para decidir los resultados. Esta situación complica enormemente las opciones de Kamala Harris, quien también va por detrás en las proyecciones en Michigan, Wisconsin, Arizona y Nevada.
El candidato republicano ha ganado en estos tres estados decisivos, sumando 51 votos electorales claves para alcanzar los 270 necesarios para la victoria final. Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte eran parte de un grupo de siete "estados bisagra" fundamentales para ambos candidatos, y que suelen variar entre republicanos y demócratas en función de las elecciones.
Georgia, en particular, fue un punto conflictivo en las elecciones de hace cuatro años, cuando Trump solicitó un recuento de votos debido al margen reducido por el cual su entonces rival, Joe Biden, se impuso. Con estas tres victorias y el respaldo de estados tradicionalmente republicanos como Texas y Florida, Trump estaría cerca de alcanzar los 270 votos electorales y se proyecta por encima de los 300, a la espera de los resultados finales en otros estados clave como Wisconsin, Michigan, Arizona y Nevada.
El "muro azul" demócrata, un conjunto de estados tradicionalmente leales a los demócratas y que respaldaban a Harris, ha mostrado debilidades significativas, ya que los demócratas han perdido en bastiones como Pensilvania, Michigan y Wisconsin. La victoria de Trump no ha sido solo en votos electorales, sino también en el voto popular, logrando una ventaja considerable. Esto contrasta con 2016, cuando Trump ganó pese a haber obtenido menos votos populares que Hillary Clinton.
Ocho años después, Trump supera a Harris con una diferencia de más de cinco millones de votos, desafiando las encuestas, que en su mayoría anticipaban un resultado más reñido que no se ha materializado en esta ocasión.