(Expansión, 27-01-2025) | Mercantil, civil y administrativo
En este escenario, BBVA Research identifica a las empresas españolas de semimanufacturas, bienes de equipo y alimentación como las más vulnerables frente a los posibles cambios en la política comercial de Estados Unidos. Según su análisis, estos sectores presentan un "riesgo sectorial elevado". No es casualidad que el 74% (13.998 millones de euros) del valor total de las exportaciones españolas a Estados Unidos en 2023 provenga de estos tres grupos, destacando los bienes de equipo (6.228 millones), seguidos de las semimanufacturas (productos químicos, farmacéuticos, materiales de construcción, entre otros) con 4.974 millones, y los productos de alimentación, bebidas y tabaco con 2.795 millones.
El informe advierte que, de materializarse las amenazas comerciales de Trump, estos sectores podrían ser los más afectados. Además, el impacto se concentraría en las regiones españolas con mayor volumen de exportaciones hacia Estados Unidos: Comunidad Valenciana, Madrid y País Vasco en bienes de equipo, y Cataluña en productos químicos. En el sector alimentario, Andalucía y Cataluña destacan como las principales regiones exportadoras, con el aceite de oliva en el centro de las preocupaciones. Durante la primera mitad de 2024, España exportó cerca de 70.000 toneladas de aceite de oliva a Estados Unidos, representando un 35,4% de cuota de mercado en volumen y un 37,6% en valor.
Es importante recordar que, en su primer mandato, la administración Trump ya aplicó aranceles del 25% a ciertos productos agroalimentarios europeos como el aceite de oliva, las aceitunas y el queso, lo que provocó una disminución significativa del 60% en la cuota de mercado estadounidense del aceite español. Otros sectores como el aeronáutico, automovilístico, bienes de lujo y productos tecnológicos también se vieron afectados, aunque en algunos casos la amenaza no llegó a concretarse.
Con la llegada de Joe Biden a la presidencia, y gracias a la presión de la Unión Europea, algunos de estos aranceles fueron suspendidos temporalmente, aliviando la situación para las empresas españolas. Sin embargo, la posibilidad de un regreso de Trump ha reavivado la incertidumbre, con temores de que su agresiva política arancelaria se extienda a otros sectores como las energías renovables y los productos farmacéuticos, sectores clave en la diversificación comercial de España con Estados Unidos.
En cuanto al sector automovilístico, aunque España destina la mayor parte de su producción de vehículos a Europa y solo una pequeña porción a Estados Unidos (616 millones de euros en 2023), la situación se torna más relevante en términos europeos. La UE exporta más de 700.000 coches al año a Estados Unidos y apenas importa 270.000, por lo que un aumento arancelario podría impactar indirectamente a España, como el segundo mayor fabricante de vehículos de Europa.
Tras los desafíos del primer mandato de Trump, muchas empresas españolas han buscado diversificar sus mercados, enfocándose en Asia, Oriente Medio y América Latina. Algunas trasladaron operaciones a terceros países para sortear las barreras tarifarias, mientras otras reforzaron su presencia en el mercado europeo para compensar las pérdidas en Estados Unidos. Según la Cámara de Comercio de España, las empresas deben aplicar estas lecciones para prepararse ante posibles obstáculos comerciales, fortaleciendo las cadenas globales de suministro, diversificando mercados y aprovechando la digitalización para acceder a nuevas oportunidades.
Si bien la política arancelaria de Trump podría traer inestabilidad, también podría tener efectos positivos limitados para la economía española, especialmente en el ámbito de los servicios. BBVA Research señala que las exportaciones de servicios podrían beneficiarse, ya que no se plantean restricciones en este sector, y la fortaleza del dólar podría mejorar la competitividad. En 2023, Estados Unidos fue el octavo mayor emisor de turistas hacia España, con un gasto significativo que representó el 7,1% del total.
No obstante, los efectos negativos de una disputa comercial con Estados Unidos superarían con creces a los positivos. España importa bienes estadounidenses por valor de más de 28.000 millones de euros, incluyendo productos energéticos, semimanufacturas y bienes de equipo. Además, Estados Unidos representó en 2023 casi el 29% de la inversión extranjera directa en España, siendo Madrid el principal receptor, con dos tercios de estas inversiones.
En resumen, el sector de bienes de equipo, que representa un tercio de las exportaciones españolas a Estados Unidos, es el más expuesto a un eventual endurecimiento de la política comercial estadounidense, seguido por las semimanufacturas, especialmente productos químicos, y el sector alimentario. Aunque las empresas españolas han dado pasos para mitigar estos riesgos, la incertidumbre sobre el futuro comercial entre ambos países sigue siendo una preocupación central.