(El Periódico, 22-04-2025) | Laboral
Los líderes sindicales han exigido este lunes al Gobierno que acelere la tramitación de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, una de las principales promesas del Ejecutivo en materia laboral para esta legislatura. Desde la sede de Comisiones Obreras, su secretario general, Unai Sordo, ha sido claro: "Queremos recordarle al Gobierno que esto hay que sacarlo adelante. Que haya bajado la atención mediática no significa que vayamos a dejar de presionar. Hay que avanzar rápido". A su lado, el líder de UGT, Pepe Álvarez, ha insistido en que "es hora de poner en marcha el proceso legislativo. No tiene sentido que esté paralizado. Hay que impulsarlo ya, no es momento de esperar".
Ambos han hecho estas declaraciones durante la presentación de las movilizaciones del Primero de Mayo, que este año se celebrarán en medio centenar de ciudades y estarán marcadas, según los sindicatos, por el rechazo a las políticas de Donald Trump. "Este Primero de Mayo es especialmente relevante, probablemente uno de los más significativos a nivel global en más de un siglo", ha afirmado Álvarez.
El acuerdo para reducir la jornada laboral se presentó el 20 de diciembre junto a la vicepresidenta Yolanda Díaz. Desde entonces, ha habido tensiones entre los Ministerios de Economía y Trabajo. El anteproyecto fue aprobado en una primera vuelta por el Consejo de Ministros el 4 de febrero, y tras el informe del Consejo Económico y Social, debe volver al Gobierno antes de iniciar su recorrido parlamentario. Sin embargo, no cuenta con mayoría asegurada en el Congreso. Junts, cuyo voto es clave, ya ha expresado sus reservas: "Tampoco apoyamos ahora mismo este proyecto de ley", dijeron a Díaz en una reciente comisión.
Ante estas reticencias, la cocoordinadora de Sumar, Lara Hernández, ha reiterado este lunes el compromiso con la medida: "Seguimos trabajando intensamente. Esta es una propuesta fundamental y vamos a sacarla adelante". También ha defendido la discreción en las negociaciones como una clave del éxito político.
Sordo ha aclarado que, aunque la reducción de jornada no encabece las reivindicaciones del Primero de Mayo por el contexto internacional, no por ello dejarán de exigir su aplicación: "Vamos a ser firmes. Esto se tiene que aprobar a tiempo". También ha advertido que el retraso está empezando a dificultar las negociaciones colectivas: "Al no saberse cómo terminará el proceso, la patronal se resiste a hablar de subidas salariales". El dirigente sindical ha anunciado que reanudarán las movilizaciones iniciadas en Barcelona en cuanto arranque el trámite parlamentario. "Debe entrar en vigor este año. No podemos mirar hacia otro lado. Hay que afrontar las enmiendas", ha remarcado.
Por su parte, Álvarez ha subrayado que "no se puede seguir esperando" y ha defendido la urgencia de comenzar el debate parlamentario: "Ahí veremos quién apoya realmente esta medida. Quien se oponga irá en contra de lo que quiere la mayoría de la sociedad". El líder de UGT ha urgido a que la reforma se apruebe "cuanto antes" para que pueda aplicarse en 2025, como estaba previsto. El Ejecutivo ya ha incumplido el paso intermedio: la aplicación de las 38,5 horas en 2024.
Ambos sindicalistas han recordado también que el Gobierno tiene pendiente reformar el sistema de indemnización por despido, después de los pronunciamientos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que cuestionan su legalidad bajo la Carta Social Europea. "Es evidente que el actual sistema genera inseguridad jurídica", ha advertido Sordo. "La patronal deberá decidir si prefiere una reforma pactada o que lo determinen los tribunales". Álvarez ha añadido que el Ejecutivo "tiene la obligación" de legislar conforme al marco jurídico europeo.
Asimismo, han lamentado el repunte de la siniestralidad laboral, con un aumento del 10% en las muertes en el trabajo en lo que va de año, hasta alcanzar los 796 fallecimientos. Por ello, han pedido reforzar las políticas de prevención, una cuestión que también están negociando con el Gobierno.
Una parte importante de la comparecencia ha estado dedicada al contexto internacional y a la amenaza que, en su opinión, suponen las políticas del expresidente estadounidense. "Este Primero de Mayo quiero animar a los trabajadores a que salgan a la calle", ha dicho Álvarez, denunciando lo que llama "la internacional del odio", que según él "rechaza todo lo que defendemos: la igualdad, los derechos LGTBI+, la inclusión de migrantes, y nuestras conquistas sociales". Ha manifestado su deseo de que estas movilizaciones sean "el inicio de una nueva etapa de fortalecimiento del sindicalismo".
En términos similares se ha expresado Sordo: "Estados Unidos va camino de convertirse en una autocracia. Lo que estamos viendo es un desafío a las reglas democráticas y comerciales. Trump actúa como el matón del patio". Ha advertido que parte de la derecha europea está asumiendo ese discurso, lo que exige una respuesta firme. "España no le debe nada a Estados Unidos. Esta guerra comercial carece de justificación y busca minar nuestro modelo económico", ha sentenciado, pidiendo intensificar las relaciones con regiones como América Latina o China. Álvarez, en esa línea, ha pedido mirar a otros mercados "sin complejos".