(El Confidencial, 17-02-2025) | Fiscal
María Jesús Montero mantiene un enfrentamiento con Yolanda Díaz sobre la tributación del nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI). La ministra de Hacienda reapareció este viernes en Sevilla tras varios días de silencio y tensiones dentro del Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar. La también vicepresidenta primera defendió que, tras la última subida del SMI a 1.184 euros mensuales en 14 pagas (un incremento del 61% desde 2018), este debe comenzar a tributar. Esta postura choca directamente con la de la ministra de Trabajo, lo que ha generado un conflicto dentro del Ejecutivo sin una solución clara a la vista. No obstante, Montero ha asegurado que la coalición sigue siendo "más sólida que las discrepancias".
Según la ministra de Hacienda, los salarios mínimos ya tributaban en 2024, por lo que no ha habido un aumento fiscal, sino la continuidad de una situación previa. Además, justificó la medida afirmando que busca evitar una reducción en los ingresos fiscales que financian el Estado del bienestar. En este sentido, hizo hincapié en la necesidad de adaptar el análisis a la nueva realidad salarial: "No se pueden hacer las mismas valoraciones que cuando el SMI era de 735 euros". Montero insistió en que su intención es que el salario mínimo continúe aumentando y contribuya al sistema fiscal como el resto de rentas.
La ministra explicó que solo el 20% de los trabajadores que perciben el SMI deberán pagar el IRPF en su declaración de la renta, principalmente aquellos sin hijos o personas mayores a su cargo. En su opinión, estos ciudadanos deben asumir sus obligaciones fiscales como el resto. Además, recordó que la subida de 50 euros del SMI en 2025 incluía desde el principio la previsión de que este comenzara a tributar, tal y como recomendaron los expertos que asesoran al Gobierno. Según estos análisis, normalizar el pago del IRPF en los salarios mínimos era la consecuencia lógica de elegir el tramo alto de subida. "No se puede vestir un santo para desvestir a otro", afirmó Montero en su intervención, donde envió varios mensajes velados a Yolanda Díaz sin mencionarla directamente.
En su discurso, Montero criticó duramente el "populismo fiscal" y sugirió que la ministra de Trabajo y líder de Sumar en el Gobierno se acerca peligrosamente a la política de "vaciamiento fiscal" que, según ella, practica el Partido Popular. De hecho, tanto Sumar como el PP han presentado en el Congreso iniciativas legislativas para restablecer la exención del IRPF para quienes perciban el SMI.
A pesar de la creciente oposición en el Parlamento, Montero no ha dado detalles sobre cómo el PSOE planea superar la mayoría contraria a la tributación del SMI en la Cámara Baja. Aunque en los últimos días se hablaba de un posible acuerdo entre los socios de Gobierno, la contundencia de Montero en su comparecencia no apunta a un acercamiento. Sin embargo, en Sumar aún confían en alcanzar un pacto. "No voy a hacer política sobre cuándo se enteró o no la señora Yolanda Díaz", replicó Montero, recordando que el Ministerio de Hacienda ya había advertido el año pasado que la exención fiscal del SMI no se mantendría indefinidamente.
El trasfondo de este debate tiene una motivación clara: la necesidad de aumentar los ingresos del Estado. Algunas de las reformas fiscales impulsadas por Montero han fracasado en el Congreso por falta de apoyos, lo que ha generado preocupación en la Administración central. Además, dentro del PSOE existe la convicción de que el fin de la exención del IRPF al SMI debe aplicarse lo más lejos posible de una cita electoral, con la vista puesta en las elecciones andaluzas de junio de 2026. En esta comunidad se concentra una de cada cinco personas que perciben el SMI, lo que convierte el tema en un asunto especialmente sensible para Montero, que se enfrentará a Juanma Moreno en esos comicios.
En su intervención, la ministra de Hacienda rechazó las críticas del PP, que en los últimos días han arreciado especialmente desde el Gobierno andaluz. Según sus datos, un salario de 1.184 euros mensuales supone un pago de unos 700 euros anuales en IRPF, una cifra que, según ella, es comparable con lo que ocurre en otros países europeos como Francia y Alemania, donde el SMI también tributa. Montero argumentó que el aumento del salario mínimo en los últimos años ha cambiado su naturaleza, alejándolo de la idea de una prestación y acercándolo al resto de rentas sujetas a tributación. "Voy a seguir haciendo pedagogía", concluyó, defendiendo que su postura es coherente con la línea de un Gobierno progresista, a pesar de las críticas de sus socios de coalición y de los partidos que facilitaron la investidura de Pedro Sánchez.