(Expansión, 02-01-2025) | Fiscal
El año 2025 arranca con la segunda prórroga consecutiva de los Presupuestos de 2023
A la espera de confirmar si el Gobierno logra impulsar un nuevo proyecto de presupuestos en los primeros meses del año, enero comienza con la implementación de una docena de importantes novedades fiscales, en su mayoría derivadas de la reciente reforma tributaria aprobada por el Parlamento. Los Presupuestos Generales del Estado para 2025 ascienden a 380.822 millones de euros, gracias a la prórroga de las cuentas públicas ratificada en el último Consejo de Ministros de 2024. Aunque la extensión se realiza de manera automática en ausencia de nuevos presupuestos, el Gobierno ha establecido criterios de adaptación para ajustarse a los cambios en la estructura de los ministerios. Cabe destacar que la prórroga no incluye los créditos para gastos correspondientes a proyectos que concluyeron en 2024 ni para obligaciones extinguidas en el mismo ejercicio. Por ejemplo, se ha dispuesto que cada ministerio adapte los fondos prorrogados vinculados a las ayudas europeas del programa Next Generation hasta la aprobación de nuevos presupuestos. Asimismo, se han reasignado fondos comunitarios para reparar los daños causados por la DANA. Esta es la décima vez que España inicia el año bajo una prórroga presupuestaria, algo que ya ocurrió en 1978, 1982, 1995, 2011, 2016 y 2017. Sin embargo, la prórroga por dos años consecutivos solo se había registrado anteriormente con los presupuestos de 2018 y, ahora nuevamente, con los de 2023. Aunque la prórroga aporta estabilidad en el gasto público, el inicio de 2025 viene marcado por importantes cambios en materia de ingresos fiscales. En primer lugar, la reforma fiscal incluye la adaptación de la directiva europea que establece un tipo mínimo global del 15% en el Impuesto de Sociedades para multinacionales y grandes empresas con ingresos superiores a 750 millones de euros anuales. Según la asociación de Técnicos de Hacienda (Gestha), esta medida podría incrementar la recaudación en 3.600 millones de euros al año. Adicionalmente, se ha elevado al 30% el tipo marginal del IRPF para los rendimientos del capital que superen los 300.000 euros anuales, lo que implica que el Fisco se quedará con 30 céntimos por cada euro excedente de esa cifra. Entre otras medidas, la reforma incluye un nuevo impuesto para las entidades financieras, que grava de manera progresiva el margen de intereses y comisiones de sus operaciones en España, con tipos que oscilan entre el 1% y el 7%. Este gravamen beneficiará directamente a las comunidades autónomas. Además, se han mantenido los ingresos derivados del triple incremento fiscal en el Impuesto de Sociedades que fue aprobado en su momento por el exministro Cristóbal Montoro y que el Tribunal Constitucional anuló en enero pasado. Con esta reforma, se limitan las deducciones por pérdidas pasadas que las grandes empresas podían utilizar para reducir su carga tributaria. Por otro lado, las pymes con ingresos de hasta un millón de euros verán una reducción gradual del Impuesto de Sociedades, que pasará del 23% actual al 17% para los primeros 50.000 euros en 2027, con un tipo del 20% para el resto. El paquete fiscal también contempla un aumento en los impuestos al tabaco y la introducción de un gravamen al vapeo, aunque su aplicación se ha retrasado hasta abril. Por último, el Gobierno prorrogó el impuesto temporal a las entidades energéticas durante 2025. Sin embargo, la recaudación efectiva dependerá de que las bonificaciones del 60% en inversiones para la descarbonización logren convencer a partidos como PNV y Junts, que han mostrado su intención de bloquear el decreto. Por otro lado, el inicio del nuevo año trae consigo el fin de las reducciones temporales de impuestos sobre la energía y los alimentos implementadas para combatir la inflación. No obstante, el IVA del aceite de oliva y de productos fermentados, como los yogures, no volverá al 10%, sino que se mantendrá de forma permanente en el 4%.
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