(El País, 30-12-2024) | Fiscal

El próximo año estará marcado por una progresiva estabilización de los precios en distintos sectores y un enfoque en la contención tras los cambios generados desde la pandemia. Las proyecciones sugieren que la inflación continuará disminuyendo, el transporte público mantendrá los descuentos introducidos en 2022, las pensiones se incrementarán según el índice de precios al consumo, y los costes hipotecarios y de financiación se reducirán debido a una probable bajada del euríbor, favorecida por la relajación de la política monetaria.

Por otro lado, habrá cambios que impactarán negativamente a algunos sectores. Finalizarán las rebajas fiscales en alimentos y energía, se aplicarán mayores cotizaciones tanto para trabajadores como para empresas, se introducirá un nuevo impuesto a los cigarrillos electrónicos, y las grandes compañías de telecomunicaciones incrementarán sus tarifas. Asimismo, el acceso a la vivienda seguirá siendo un desafío, ya que no se esperan disminuciones significativas en los precios de alquiler ni de compra.

Quedan además temas pendientes en un contexto de incertidumbre generalizada. Todavía no se han concretado las subidas del salario mínimo y de los sueldos de los funcionarios, y sigue pendiente el aumento fiscal al diésel exigido por la Unión Europea. A pesar de que los bancos centrales han iniciado una etapa más expansiva, mantienen la vigilancia ante el riesgo de un repunte de la inflación. Además, un posible regreso de políticas proteccionistas con la vuelta de Trump podría desencadenar nuevas tensiones en los precios.

Cambios destacados en 2025: Energía. El recibo de la luz se verá afectado por el regreso del IVA al 21%, tras el fin de las medidas excepcionales por la crisis energética. Este ajuste impactará tanto a los clientes del mercado regulado como del libre. Sin embargo, podría haber cierta compensación si prospera la eliminación del impuesto sobre la producción eléctrica, lo que beneficiaría a los consumidores finales. Por otro lado, los descuentos del bono social se reducirán progresivamente: en enero, la bonificación para consumidores vulnerables pasará del 57,5% al 50%, y la de los vulnerables severos del 72,5% al 65%. En julio, estos descuentos bajarán aún más, al 35% y al 50%, respectivamente. En cuanto al gas, se esperan ajustes en las tarifas reguladas y en el precio de la bombona de butano, mientras que el bono social térmico ya volvió a los niveles previos a la crisis a mediados de 2024.

Carburantes. Antes de marzo, el Gobierno deberá aplicar un incremento fiscal al diésel para equiparar su carga impositiva con la de la gasolina, lo que podría encarecer este combustible en unos 11 céntimos por litro. Además, el fortalecimiento del dólar podría influir al alza en los precios, aunque esta tendencia podría ser compensada por la debilidad del crudo debido al exceso de oferta global.

Salarios y pensiones. En 2025, las pensiones contributivas aumentarán un 2,8% en general, mientras que las mínimas lo harán en un 6%. Las no contributivas y el ingreso mínimo vital subirán un 9%. El salario mínimo, actualmente en 1.134 euros mensuales, también será objeto de negociación para una nueva subida. Además, los empleados públicos recibirán un aumento adicional del 0,5% a partir de enero para ajustar el IPC de 2024. Por otro lado, las cotizaciones sociales aumentarán tanto para empresarios como para trabajadores. También se aplicarán nuevas sobrecotizaciones, como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y la cuota de solidaridad para los salarios que excedan la base máxima de cotización.

Impuestos. Finalizan las reducciones fiscales en alimentos y energía. El IVA en alimentos básicos, como pan y verduras, volverá al 4%, mientras que pastas y aceites de semilla regresarán al 10%. El aceite de oliva, sin embargo, se mantendrá en el tipo superreducido del 4%. Además, entrará en vigor un impuesto a los vapeadores, se incrementará el IRPF para rentas altas, y habrá nuevas medidas fiscales para las grandes empresas y multinacionales.

Vivienda. La actualización anual de las rentas de alquiler perderá el límite del 3% vigente en 2024, quedando regulada por el IPC o un nuevo indicador para contratos firmados tras mayo de 2023. Sin embargo, los precios de alquiler podrían subir entre un 7% y un 10% a lo largo del año, mientras que las viviendas en venta también se encarecerán, al menos un 4%. Por el contrario, las cuotas de las hipotecas variables o mixtas continuarán reduciéndose, favorecidas por la caída del euríbor.

Transporte. Las ayudas al transporte público se mantendrán hasta junio. Esto incluye descuentos del 100% en abonos de Cercanías y Media Distancia, y del 50% en transporte urbano. En julio, se introducirán nuevas medidas como un billete único mensual de Cercanías por 20 euros, gratuidad para menores de 15 años y descuentos para jóvenes.

Telecomunicaciones y correos. Las principales operadoras de telecomunicaciones incrementarán sus tarifas durante el primer trimestre, con subidas de hasta seis euros mensuales en algunos casos. En cuanto a Correos, el precio de los sellos y los envíos nacionales e internacionales también experimentará un alza, reflejando los ajustes inflacionarios. En general, 2025 será un año de ajustes significativos, marcado por mejoras parciales en algunos sectores y desafíos en otros, en medio de una lenta recuperación económica.

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