(Expansión, 05-11-2020) | Sector

El Consejo General de la Abogacía Español (CGAE) ha presentado el informe Abogacía Futura 2021: Prospectiva de negocio emergente, que aborda las principales áreas de futuro en el negocio jurídico y supone una actualización del estudio presentado en el XII Congreso Nacional de la Abogacía en 2019.

Junto a temas como el blockchain, la inteligencia artificial o los objetos conectados, el documento realizado en colaboración con Braintrust y la Mutualidad de la Abogacía, también incluye otro campo de estudio, el envejecimiento de la población, en el que se analizan nuevas áreas de interés para el abogado.

La publicación explora los análisis, opiniones y hallazgos más recientes en las siete áreas que se analizan, y explica la aplicación de sus posibilidades a través de un conjunto de casos de actuación profesional diaria de los abogados y abogadas.

La presidenta del Consejo General, Victoria Ortega, ha destacado en la presentación del informe que muchas veces se incurre en el error de ver la transformación tecnológica como "algo lejano", cuando es el presente. Ha añadido que las leyes suelen ser reactivas e ir por detrás de la sociedad, pero con este texto "vamos a intentar ir por delante, adecuarnos a esta sociedad".

En España, el uso principal de la Inteligencia Artificial en la abogacía está relacionado con la utilización de chatbots (programa informático con el que es posible mantener una conversación) en algunos despachos y la automatización de la gestión de determinadas labores, lo que está provocando una redefinición de la forma de trabajar de los abogados, más centrado en las tareas de mayor valor.

En cuanto al impacto de la IA en la abogacía, destacan varios aspectos: la aparición de nuevos puestos de trabajo para abogados y abogadas gracias a la entrada de la IA; la demanda de una regulación de este tipo de inteligencia; el nacimiento de un efecto democratizador en los despachos gracias a la llegada de herramientas de IA; y la generación de nuevos modelos laborales para los abogados gracias a la subcontratación de determinados procesos jurídicos.

Se puede afirmar que la tecnología blockchain (cadena de bloques) ha supuesto toda una revolución en diversos ámbitos, dado que las diferentes aplicaciones (smart contracts, registros y certificaciones, identidad digital y criptomonedas) tienen un impacto directo sobre algunos aspectos fundamentales de la sociedad como las transacciones económicas, los registros públicos y los acuerdos entre dos o más partes.

En España se han observado cada vez más casos de implantación de esta tecnología, aplicándola a diversos sectores. Destaca el peso ganado por los smart contracts, al poder ser estos empleados por cualquier empresa o particular, lo que ha impulsado la necesidad de desarrollar un marco jurídico apropiado. Respecto al impacto en la abogacía, la adopción de la tecnología blockchain está cada vez más presente, y en España se han observado casos de despachos que están implantando aplicaciones de la tecnología blockchain en sus procesos, tanto para comercializar un servicio asociado a esta tecnología (creación y gestión de smart contracts) como para fines propios (empleando criptomonedas para ofrecer sus servicios).

En España cada vez son más las empresas y entidades públicas que apuestan por la implantación de tecnologías "conectadas" y lo hacen por dos motivos principales: la automatización de procesos (26%) y la reducción de costes operacionales (24%).

El desarrollo tecnológico de este tipo de dispositivos está suponiendo que se multipliquen los riesgos relativos al almacenamiento y uso de los datos que se generan. Además, un gran problema de buena parte de estos dispositivos son los fallos de seguridad. Por ello, los retos para la abogacía en este ámbito tienen una doble vertiente: garantizar la privacidad de las personas por un lado y conseguir que los fabricantes se responsabilicen en el desarrollo de soluciones seguras.

Los grandes avances en este campo están relacionados con las innovaciones orientadas al diagnóstico. En cuanto a las innovaciones orientadas al tratamiento, aunque gran parte de las líneas de avance están en fase experimental, algunas ya son una realidad, como el tratamiento del envejecimiento con células madre o determinadas terapias personalizadas para la lucha contra el cáncer.

En cuanto al impacto de las tecnologías en la abogacía, el desarrollo tecnológico en la medicina tiene una doble vertiente: por un lado, la necesidad de legislar las cuestiones relacionadas con la ética y la integridad de las personas y, por otro lado, supervisar y perseguir tanto el incumplimiento de estas normas como la comisión de errores derivados de malas praxis médicas. En el terreno práctico, en España ya existen despachos de abogados especializados en innovaciones tecnológicas en el campo de la medicina, con el objetivo de garantizar los derechos de los pacientes.

La realidad virtual y la realidad aumentada suponen un cambio de paradigma en la forma de relacionarnos e interactuar con la realidad. Es una tecnología en auge, que ha atraído a inversores privados, especialmente en el sector de los videojuegos, pero también en el sector sanitario e industrial.

Respecto al papel de la abogacía, ésta jugará un papel primordial en cuanto a la definición del marco de actuación, sobre todo en materia de protección y privacidad de datos. Pero, al menos por el momento, no se detecta una aplicación práctica directa de la realidad virtual y/o aumentada en el negocio de la abogacía. Sí es cierto que, debido a la actual situación con el Covid-19, se ha observado una tendencia que puede crecer: la realización de juicios de manera telemática o virtual, empleando la telepresencia para poder celebrar juicios con garantías y en los que todas las partes se vean adecuadamente representadas.

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