(Cinco Días, 27-11-2024) | Mercantil, civil y administrativo
El presidente electo de Estados Unidos ha anunciado la imposición de aranceles del 25% a todos los productos provenientes de México y Canadá como medida de presión para que fortalezcan el control fronterizo y combatan tanto la inmigración ilegal como el tráfico de drogas. Donald Trump ha dado un golpe significativo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), justo cuando el acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá conmemora su trigésimo aniversario. En un mensaje publicado en redes sociales el lunes por la tarde, Trump sorprendió al declarar que los primeros aranceles que impondrá no se limitarán a China, sino que también afectarán a sus vecinos y principales socios comerciales en la región.
"El 20 de enero, como una de mis primeras órdenes ejecutivas, firmaré todos los documentos necesarios para aplicar un arancel del 25% a todos los productos provenientes de México y Canadá, en respuesta a sus ridículas fronteras abiertas", señaló Trump en su publicación. Las reacciones no se hicieron esperar y apuntan a una inminente guerra comercial. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con firmeza: "Cada arancel será contestado con otro equivalente, dañando así las economías de ambos países". Aunque Sheinbaum expresó su disposición al diálogo para evitar este escenario, también reafirmó la importancia de respetar el TLCAN.
En Canadá, las reacciones evidenciaron diferencias con México. Aunque inicialmente se podría haber esperado una postura unificada, el ministro de Industria, François-Philippe Champagne, dejó claro que "Trump no debería confundir la frontera mexicana con la canadiense". Por su parte, Doug Ford, jefe del Gobierno de Ontario, una de las provincias más afectadas por esta medida, calificó de insultante la comparación con México.
Trump justificó la imposición de los aranceles argumentando que ambos países no están haciendo lo suficiente para detener el flujo de drogas hacia Estados Unidos. En su mensaje, aseguró que "miles de personas atraviesan México y Canadá, trayendo crimen y drogas en cantidades nunca vistas. Este arancel permanecerá hasta que el flujo de drogas, especialmente de fentanilo, y la inmigración ilegal se detengan".
En respuesta, Canadá reconoció la necesidad de fortalecer sus fronteras, pero subrayó que su situación es distinta a la de México. Mientras tanto, Claudia Sheinbaum afirmó que no existen caravanas de migrantes llegando a la frontera con Estados Unidos y recordó que el consumo de fentanilo es un problema de salud pública dentro de la sociedad estadounidense. Además, destacó los esfuerzos de México en la lucha contra el tráfico de drogas y señaló a China como el origen de los productos químicos empleados para fabricar sustancias ilícitas.
Por otro lado, Trump también anunció un incremento del 10% en los aranceles a China, sumándose a los gravámenes del 15% ya existentes desde el inicio de la guerra comercial entre ambos países en 2018. Asimismo, advirtió que planea elevar estas tarifas hasta un 60%, cumpliendo con sus promesas de campaña.
La reacción de China ha sido más moderada. A través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, expresó su disposición a continuar colaborando con Estados Unidos en materia de lucha contra el narcotráfico y destacó los avances logrados hasta ahora. Aunque las tensiones comerciales con China eran previsibles, la decisión de Trump de priorizar una confrontación con México y Canadá ha causado sorpresa entre los analistas, dado que pocos esperaban una medida tan agresiva antes de asumir oficialmente el cargo.