(El País, 27-12-2024) | Laboral
Yaiza, localidad turística situada en el sur de Lanzarote, cuenta con cerca de 17.000 habitantes, de los cuales aproximadamente 10.500 están afiliados a la Seguridad Social, mayoritariamente empleados en el sector hotelero. Entre sus residentes se incluyen unos 1.100 pensionistas. Según estos datos, el municipio presume de una envidiable situación financiera en materia de pensiones, con una proporción de nueve cotizantes por cada pensión abonada, la más alta entre los ayuntamientos españoles con más de 10.000 habitantes.
En el sistema de pensiones de reparto español, en el que las contribuciones de los trabajadores activos financian las pensiones de los jubilados, esta relación es un indicador clave de la sostenibilidad del modelo. A mayor número de cotizantes por pensionista, mayores son las garantías para el equilibrio financiero actual y futuro. Además de ser de reparto, el sistema es contributivo y solidario, tanto entre generaciones como entre territorios. Esta solidaridad se refleja en mecanismos como los complementos de mínimos, que aseguran una pensión mínima para quienes tuvieron cotizaciones bajas, y los topes en las pensiones máximas, que limitan los beneficios de quienes más aportaron.
Actualmente, la media nacional es de 2,4 afiliados por pensionista, una ligera mejora respecto a la media de 2,3 registrada entre 2011 y 2020, atribuida a la creación de empleo. Con más de 21,3 millones de afiliados, la Seguridad Social destaca que el sistema funciona como una "caja única", en la que el Estado centraliza las recaudaciones y pagos, independientemente de dónde residan los cotizantes o pensionistas. No obstante, los expertos advierten que una ratio inferior a dos cotizantes por pensionista pondría en riesgo la viabilidad del sistema, y algunos consideran que incluso superar ese umbral podría no ser suficiente.
Existen importantes disparidades territoriales. Mientras municipios como Yaiza presentan ratios destacadas, muchas localidades de Galicia, la cornisa cantábrica y Castilla y León muestran cifras preocupantes, con menos de un cotizante por pensionista en algunos casos. Por ejemplo, Ourense cuenta con solo un afiliado por cada pensión, seguida de Lugo (1,1), León (1,2), Zamora (1,2) y Asturias (1,3). En esta última región, junto al País Vasco, las pensiones son más altas debido al impacto de la minería.
Entre los cerca de 800 municipios españoles con más de 10.000 habitantes, Badia del Vallès, en Barcelona, tiene la peor situación en términos de cotización por pensión. Este municipio, que se creó como tal en 1994, cuenta con algo más de 13.000 habitantes, de los cuales solo 1.000 están afiliados a la Seguridad Social, frente a 3.500 pensionistas. Esto se debe a que la mayoría de sus trabajadores activos desempeñan su actividad fuera de la localidad, resultando en una ratio de apenas 0,3 cotizantes por cada pensionista, la más baja de este grupo de municipios.