(Expansión, 06-11-2024) | Fiscal
El Banco de España se pronunció ayer por primera vez sobre la nueva versión del impuesto que el Gobierno ha acordado con Junts y el PNV, aunque realizó una valoración general, ya que este puede modificarse durante el proceso de debate parlamentario. Hoy comienza en el Congreso la revisión de las enmiendas de la reforma fiscal propuesta por el Gobierno, que incluye la regulación de este impuesto.
Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera y Regulación del Banco de España, expresó que las preocupaciones sobre el impuesto "pueden ser mayores" ahora, ya que el Gobierno ha decidido hacer permanente el tributo. España se convertirá así en el único país que cuenta con un impuesto de estas características, como han señalado las asociaciones bancarias.
Estrada destacó como un aspecto positivo de esta nueva versión del impuesto que "mitiga" uno de los principales problemas que tenía anteriormente para el regulador, al permitir cierta flexibilidad según los ciclos de beneficios.
Este impuesto continuará aplicándose sobre los ingresos en lugar de los beneficios, pero introduce una nueva deducción extraordinaria para aquellos casos en los que las entidades bancarias enfrenten una caída sostenida en su rentabilidad. No obstante, Estrada advirtió que la "complejidad del impuesto aumenta considerablemente".
Uno de los aspectos más discutidos de este tributo es que ahora aplicará una escala progresiva para que los bancos más grandes paguen más. En lugar del 4,8% uniforme, el tipo impositivo oscilará entre el 1% y el 6%, y eximirá los primeros 100 millones de ingresos. CaixaBank, el mayor banco de España, será el más afectado, ya que este año pagó 500 millones de euros con la tasa del 4,8%. De acuerdo con los datos del Banco de España, la creación de este impuesto ha tenido un impacto mínimo en la rentabilidad del sector.
La rentabilidad sobre recursos propios (ROE) de los bancos alcanzaba el 13,9% a finales de junio, según los últimos datos disponibles. Sin el impuesto extraordinario, esta ratio habría sido del 14,5%, lo que refleja que el crecimiento del beneficio neto apenas se vio afectado, según el último Informe de Estabilidad Financiera.
A pesar de este impuesto, la banca española es la segunda más rentable de Europa en términos de rentabilidad sobre activos, superada solo por la banca italiana. Esta situación, en contraste con otros países vecinos, se debe a la alta sensibilidad de los modelos de negocio españoles a la variación de los tipos de interés, según el informe.
La semana pasada, las asociaciones bancarias criticaron la extensión de este impuesto y amenazaron con emprender acciones legales, argumentando que persisten posibles fallos de inconstitucionalidad en el tributo. Según sus cálculos, la reducción de capital podría disminuir la oferta de crédito en hasta 50.000 millones de euros anuales. Aunque en los tres años de recargo temporal este efecto no se ha manifestado, los banqueros advierten que podría aparecer en ciclos de menores márgenes de interés.