(El Periódico, 07-03-2025) | Fiscal
Tras varios años de intensa actividad normativa en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) a nivel autonómico, en 2025 se percibe una mayor estabilidad. Así lo refleja el informe anual Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral, cuya edición número 24 fue presentada este jueves por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (Reaf) del Consejo General de Economistas.
Esta estabilización se evidencia en el hecho de que las comunidades autónomas que en años anteriores habían ajustado sus tarifas del IRPF para corregir los efectos de la inflación han decidido no aplicar esa medida en 2025, al considerar que el incremento de precios ha entrado en una fase de moderación.
El informe, que ya alcanza cerca de 450 páginas, vuelve a situar a Cataluña como la comunidad donde el IRPF resulta más elevado para los contribuyentes con ingresos entre 30.000 y 45.000 euros. Según los cálculos del Reaf, tomando como referencia un contribuyente soltero, sin hijos y con ingresos exclusivamente del trabajo, las rentas más bajas (de 16.000 o 22.000 euros) soportan una mayor carga fiscal en Navarra y en las tres diputaciones del País Vasco. Para quienes perciben 70.000 euros anuales, Extremadura encabeza la lista de tributación más alta, mientras que, para rentas superiores, la Comunidad Valenciana destaca con un tipo marginal del 54%.
Por el contrario, la Comunidad de Madrid continúa siendo una de las regiones con menor presión fiscal en el IRPF para todos los niveles de renta analizados. Hasta 2024, autonomías como Madrid, Navarra, Aragón, Baleares, Cantabria, La Rioja, el País Vasco y Canarias habían aplicado ajustes en su tarifa del IRPF para mitigar el impacto de la inflación. Sin embargo, para 2025, ninguna de ellas ha optado por mantener esta estrategia, según explicaron los portavoces del Reaf durante la presentación del informe.
El documento también analiza el impacto de la falta de ajuste por inflación en el tramo estatal del IRPF durante los últimos tres años, lo que ha supuesto una mayor carga tributaria para los contribuyentes. Según las estimaciones del Reaf, una persona con ingresos de 25.000 euros ha pagado hasta 207 euros más en total en ese período debido a la ausencia de deflactación. Para quienes perciben 30.000 euros, el sobrecoste asciende a 255 euros, mientras que en el caso de una renta de 45.000 euros, la cifra se eleva a 427 euros. En el tramo más alto, los contribuyentes con ingresos de 300.000 euros han acumulado un incremento de 1.510 euros en su tributación entre 2022 y 2024.