(Cinco Días, 23-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo
España, única gran economía del mundo que se libra de la rebaja de previsiones del FMI por la guerra comercial
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha actualizado sus previsiones económicas y, en un contexto generalizado de recortes debido a la guerra comercial impulsada por Estados Unidos, España destaca como una excepción positiva. Mientras las principales economías del mundo ven deteriorarse sus perspectivas, nuestro país mejora su previsión de crecimiento para 2025 en dos décimas, hasta alcanzar un 2,5%, y mantiene sin cambios la estimación para 2026, en un 1,8%. El informe Perspectivas de la Economía Mundial del FMI incluye proyecciones para alrededor de treinta países y regiones, reflejando el impacto negativo de las políticas comerciales del presidente estadounidense, Donald Trump, y de la creciente incertidumbre económica global. Sin embargo, España logra esquivar este entorno desfavorable gracias a factores internos que le permiten mantener un crecimiento más sólido que otras grandes economías avanzadas. Estas cifras ya habían sido anticipadas por el propio FMI durante su misión técnica para evaluar la situación económica española, pero ahora adquieren mayor relevancia al compararse con la evolución del resto del mundo. En este nuevo contexto, España sobresale. En su última revisión, el FMI ha rebajado notablemente las perspectivas de crecimiento de países como Canadá, Japón, Reino Unido y Estados Unidos. Este último, que en enero parecía encaminarse a liderar el crecimiento entre las economías avanzadas, ha visto mermadas sus expectativas por las decisiones erráticas de su política comercial. La previsión para EE. UU. cae al 1,8% para 2025, una cifra impulsada por el arrastre del buen desempeño previo al regreso de Trump, pero deteriorada rápidamente por sus acciones desde entonces. En contraste, la subdirectora del Departamento de Análisis del FMI, Petra Koeva, ha resaltado el caso singular de España. Según Koeva, el país se beneficia de un fuerte impulso desde 2024, gracias a la buena marcha de las exportaciones de servicios y a un notable crecimiento del empleo, parcialmente impulsado por la inmigración. Aun así, advierte que España no es ajena al impacto de los aranceles y la incertidumbre global, aunque su fortaleza estructural está compensando estos efectos por ahora. Para 2026, el crecimiento proyectado se reduce a un 1,8%. La economía española también supera con creces la media de la zona euro, cuya estimación para 2025 cae a solo un 0,8%. Según el FMI, esto se debe a una industria manufacturera debilitada por el alto coste energético, frente a un sector servicios que ha impulsado el crecimiento, beneficiando especialmente a países como España en comparación con otros como Alemania. El informe menciona en varias ocasiones el desempeño diferencial de España. Señala que el impulso del país contrasta con la tónica general de estancamiento en la eurozona y atribuye la revisión al alza de las previsiones a un efecto arrastre de los buenos datos de 2024 y a la recuperación de la actividad tras las inundaciones. El FMI también ha subrayado que la exposición de España al comercio con EE. UU. es limitada, lo que contribuye a contener los efectos negativos de los nuevos aranceles y la incertidumbre comercial. Esta resiliencia convierte a España en un caso prácticamente único entre las grandes economías. Tan solo Rusia, cuya vinculación comercial con EE. UU. es mínima, ha visto una leve mejora de su previsión para este año (0,1 puntos), aunque compensa con una caída de 0,3 puntos para 2026, por lo que el balance es negativo. Si se consideran también las economías más pequeñas, España se posiciona como la cuarta que más crecerá dentro de la zona euro en 2025, por detrás de Malta (3,9%), Croacia (3,1%) y Lituania (2,8%), y empatada con Chipre. Otros países de la UE fuera del euro, como Polonia (3,2%) y Dinamarca (2,9%), también presentan mejores perspectivas. Entre los países europeos fuera de la UE, destacan Serbia, Bielorrusia y Turquía, con crecimientos previstos superiores al español. En todo caso, las revisiones al alza son excepcionales. Solo un reducido grupo de economías pequeñas -algunas africanas y latinoamericanas como Argentina, Perú y Ecuador- han mejorado sus pronósticos, generalmente debido a factores internos que las aíslan parcialmente del contexto global. En ese panorama, la posición de España se reafirma como especialmente sólida.
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