(Expansión, 17-03-2025) | Laboral

Aunque los indicadores macroeconómicos de España siguen reflejando estabilidad en el desempeño de los últimos años, se observa un deterioro en los niveles más básicos de la economía, algo que solo se percibe con un análisis detallado de distintas variables. Este es precisamente el enfoque adoptado por Cepyme en su último informe sobre la situación de las pequeñas y medianas empresas, donde advierte que los negocios de menor tamaño están alcanzando el límite de su capacidad para absorber el incremento de costes. Este aumento afecta tanto a los gastos de producción y operativos debido a la inflación, como a los laborales, impulsados por la subida de las cotizaciones y del salario mínimo interprofesional.

En este contexto, el informe correspondiente al cuarto trimestre del año pasado revela que los costes laborales de las pequeñas empresas aumentaron un 3,7% en los últimos tres meses del año y un 4,3% en el promedio de 2024. Este crecimiento es casi el doble del avance del Índice de Precios al Consumo (IPC), que fue del 2,8%. En el caso de las empresas medianas, el alza anual de los costes laborales se situó en el 3,9%. Además, Cepyme destaca que en las microempresas los costes laborales han aumentado un 25% en los últimos cuatro años, mientras que en las empresas medianas el incremento ha sido del 19%.

El impacto directo de este aumento en los costes laborales es un debilitamiento en la generación de empleo, especialmente en las empresas más pequeñas. Durante el año pasado ya se aplicaron aumentos en el salario mínimo, en las bases máximas de cotización y en el mecanismo de equidad intergeneracional, medidas que se han repetido este año junto con la nueva cuota de solidaridad y la posible reducción de la jornada laboral.

El informe subraya que el crecimiento del empleo es menor cuanto más pequeña es la empresa. En las microempresas (menos de 10 empleados), el empleo creció un 0,8% interanual, mientras que en las grandes compañías (más de 250 trabajadores) el aumento fue del 6,5%, es decir, ocho veces más. En las pequeñas (10 a 49 empleados) y medianas empresas (50 a 249 empleados), el crecimiento interanual fue del 3,2%. En términos absolutos, de los 640.600 empleos asalariados creados en 2024 por el sector privado, el 66,4% (425.400 puestos) correspondió a grandes empresas, mientras que las pymes generaron el tercio restante (215.200 empleos). Dentro de este grupo, las microempresas solo aportaron 25.700 empleos (4% del total), frente a los 103.800 de las pequeñas empresas (16,2%) y los 85.600 de las medianas (13,4%).

Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, denuncia que el aumento de los costes laborales en micro y pequeñas empresas es desproporcionado y advierte que esto está provocando el cierre de muchos pequeños negocios. Si bien el número total de pymes se ha mantenido relativamente estable en los últimos cinco años, con un crecimiento acumulado del 0,5% desde finales de 2019, la evolución varía según el tamaño de las empresas. Mientras que la cantidad de microempresas se redujo un 1%, las pequeñas crecieron un 9,8% y las medianas un 8,7%. Sin embargo, este crecimiento queda opacado en comparación con el de las grandes empresas, que aumentaron un 19,5% en el último lustro. Desde 2019 han desaparecido 11.300 microempresas, mientras que las pequeñas han aumentado en 15.300 y las medianas en 2.220, lo que deja un saldo neto de 6.200 pymes más en cinco años, frente a un aumento de 954 grandes empresas.

El estudio concluye que el incremento de los costes está afectando la capacidad de las pequeñas empresas para generar empleo, invertir y mejorar su productividad. Además, la incertidumbre sobre futuras modificaciones en la legislación laboral, aplicadas sin negociación y sin considerar las particularidades de cada tipo de empresa, genera inseguridad jurídica y dificulta la planificación de nuevos proyectos.

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