(El País, 10-02-2025) | Laboral
El Gobierno ha acordado nuevamente, en conjunto con los sindicatos pero sin el respaldo de la patronal, un aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2025. Este incremento será del 4,4%, lo que supone una subida de 50 euros mensuales, situando el salario mínimo en 1.184 euros al mes en 14 pagas. La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, junto a los líderes sindicales de CC OO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, han formalizado este acuerdo, que beneficiará a cerca de tres millones de trabajadores con efecto retroactivo desde el 1 de enero. Sin embargo, la cuestión de la tributación de esta renta en el IRPF sigue sin resolverse. Desde el Ministerio de Trabajo se estima que esta medida podría generar una recaudación de 2.000 millones de euros anuales, aunque Hacienda minimiza ese impacto y señala que aún no se ha tomado una decisión al respecto.
Tras la firma, Díaz ha confirmado que el Consejo de Ministros aprobará este martes la subida del SMI. Además, ha instado a centrar la atención en los elevados salarios y dividendos que existen en España, especialmente después de los recientes resultados récord del sector bancario.
Se prevé que en las horas previas a la reunión del Consejo de Ministros se repita un debate entre el ala socialista del Gobierno y la ministra de Trabajo, similar al ocurrido recientemente sobre la reducción de la jornada laboral, aunque esta vez en torno a la tributación del nuevo salario mínimo. No obstante, algunas fuentes señalan que la decisión final sobre este asunto podría posponerse más allá de la reunión de este martes.
Tanto el Ministerio de Trabajo como los sindicatos han defendido en los últimos días que el salario mínimo continúe exento del IRPF, como ha ocurrido hasta ahora. Aunque los líderes de CC OO y UGT reconocen que en algún momento esta renta deberá empezar a tributar, consideran que aún no es el momento adecuado. Por otro lado, desde Hacienda, y en particular su titular María Jesús Montero, han planteado la posibilidad de no actualizar el umbral exento del IRPF al mismo ritmo que el SMI, lo que llevaría a que sus perceptores comenzaran a pagar este impuesto.
Por el momento, Hacienda no ha detallado qué medidas concretas tomará respecto a la tributación del salario mínimo ni ha ofrecido una estimación oficial de recaudación. Sin embargo, podría adoptarse una solución intermedia: elevar el mínimo exento sin igualarlo completamente con el nuevo salario mínimo de 2025. En cualquier caso, si el umbral exento no se ajusta, no todos los beneficiarios del SMI se verían afectados, ya que existen deducciones familiares que reducirían el número de contribuyentes sujetos a esta imposición, cifra que el comité de expertos estima en torno a 540.000 personas.
El líder de UGT ha enfatizado que su sindicato no busca una reducción de impuestos, sino una mayor progresividad en el IRPF, argumentando que actualmente afecta más a quienes tienen menores ingresos. Además, ha señalado que el Gobierno podría mejorar su recaudación combatiendo el fraude en el pago de horas extras, en lugar de centrarse en la tributación del SMI.
Por otra parte, el comité de expertos recomendó al Ejecutivo incrementar el salario mínimo entre un 3,4% y un 4,4%, en línea con la Carta Social Europea, que establece que esta remuneración debe equivaler al 60% del salario medio. Finalmente, el Ministerio de Trabajo optó por el margen superior de la recomendación, lo que llevó a las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme a desmarcarse del acuerdo, ya que, según fuentes del sector, estaban dispuestas a aceptar solo un incremento del 3,4%.
A pesar de la negativa de la patronal a respaldar el acuerdo final, Díaz ha valorado su participación en el proceso de diálogo social, aunque ha criticado su actitud en la negociación de la reducción de la jornada laboral, en la que, según la ministra, no realizaron propuestas concretas. "El diálogo social sigue en buena forma, gracias a la determinación de los sindicatos, que han estado del lado correcto de la historia. Necesitamos más sindicalismo para fortalecer la democracia", ha declarado Díaz.
Según datos proporcionados por Unai Sordo, el perfil más común entre los perceptores del SMI es el de una mujer (el 15% de las asalariadas lo reciben, frente al 8,5% de los hombres), menor de 34 años (con un 17% de jóvenes beneficiados) y con un contrato temporal en sectores como la agricultura, el comercio y la hostelería.
Por último, tanto Díaz como los líderes sindicales han rechazado el argumento de que el aumento del salario mínimo perjudica el empleo y la economía, asegurando que no hay evidencias que respalden esta afirmación. "No existe ningún dato que indique que la subida del SMI destruye empleo. Los economistas que sostienen lo contrario están equivocados. Y cualquier dirigente público que intente revertir esta política se enfrentará a serios problemas", ha sentenciado la ministra de Trabajo.