(El Economista, 26-11-2024) | Laboral
El Ministerio de Trabajo se encuentra ultimando un nuevo aumento del salario mínimo interprofesional (SMI), cuya preparación arranca este martes con la reunión de la comisión asesora. Este grupo de expertos emitirá una recomendación para el departamento dirigido por Yolanda Díaz. Aunque la propuesta formal aún no se ha presentado, los sindicatos CCOO y UGT ya han fijado como objetivo un incremento del 5%, cifra que podría influir en la decisión final del Ejecutivo. Por ahora, no se ha convocado la mesa de negociación, donde también participará la patronal, aunque las organizaciones sindicales apuestan por una subida similar a la de 2024, lo que situaría el salario mínimo en 1.190 euros brutos mensuales, superando ampliamente la inflación acumulada del año.
La vicepresidenta segunda y titular de Trabajo no adelantó una cifra concreta como punto de partida para el diálogo con los agentes sociales, a la espera de las conclusiones del informe. Sin embargo, reiteró el compromiso con el 60% del salario medio establecido en la Carta Social Europea, un umbral que el ministerio considera alcanzado en 2023. Por ello, el ajuste solo sería necesario para actualizarlo conforme al aumento de los sueldos, que en octubre crecieron un 3,82% de media según los convenios negociados, frente a una inflación acumulada del 2,1% y una interanual del 1,8%, ampliamente superadas por el incremento planteado por los sindicatos.
Este posible aumento daría continuidad a la política de alzas iniciada en 2018 con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno, cuando el SMI se elevó un 22% hasta los 900 euros mensuales tras un acuerdo con Podemos. Desde entonces, se han producido cinco incrementos consecutivos, y de concretarse este nuevo ajuste en 2025, el salario mínimo habría subido un 57% en total desde 2018, sumando 56,7 euros por cada una de las 14 pagas.
CCOO y UGT suelen presentar posturas conjuntas en estas negociaciones, aunque en ocasiones surgen diferencias, como ocurrió el año pasado. Aunque ambos sindicatos coincidieron en el aumento del 5%, UGT cuestionó la metodología utilizada por el grupo de expertos, designado directamente por Trabajo, para calcular el salario medio, considerando que otras fuentes como la Agencia Tributaria o la Seguridad Social ofrecerían cifras más precisas. Por su parte, CCOO apoyó el método empleado, al haber contado con la participación de un miembro de su equipo económico en su diseño.
Raúl Olmos, de la secretaría de Acción Sindical de CCOO, subraya dos prioridades para esta negociación: garantizar el poder adquisitivo y modificar la normativa que regula el SMI. Según explica, el sindicato busca corregir problemas derivados de la jurisprudencia del Tribunal Supremo, que incluye en el cálculo del salario mínimo todos los complementos salariales, incluso los relacionados con idiomas o responsabilidades, algo que CCOO considera incorrecto.
Por otro lado, CEOE y Cepyme esperan la propuesta oficial tras la publicación del informe técnico. Durante la negociación anterior, los empresarios propusieron un incremento de entre el 3% y el 4%, condicionado a bonificaciones en las cotizaciones agrícolas y a la revisión de la ley de desindexación, que les impide trasladar estas subidas a contratos vigentes con el sector público. Aunque Trabajo intentó modificar esta normativa con el apoyo de Hacienda, no logró el consenso necesario.
Aunque el Gobierno debe consultar a los agentes sociales sobre este tema, no está obligado a seguir sus recomendaciones. Fuentes gubernamentales indican que se convocará a los sindicatos y la patronal una vez se disponga del informe técnico, aunque aún no está claro si el rango de propuestas elaborado por los expertos será divulgado públicamente, como ya ocurrió en 2024.