(El Periódico, 10-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha anunciado este miércoles que el organismo revisará a la baja sus previsiones económicas, aunque sin precisar aún en qué medida. Esta corrección responde a la reciente decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles de hasta un 20% a productos procedentes de la Unión Europea. Hasta ahora, la previsión del Banco apuntaba a un crecimiento del 2,7% del PIB español en 2025. "La situación tiene el potencial de afectar de forma muy negativa a la actividad económica", ha advertido Escrivá durante una entrevista en TVE.
El gobernador ha recordado que todas las previsiones están sujetas a revisión, sobre todo en contextos con tanta incertidumbre como el actual. "Existen factores que escapan a nuestras herramientas de análisis más habituales. Por eso, aunque estimamos que el crecimiento será menor al inicialmente previsto, todavía no podemos decir cuánto, porque ni tenemos los datos completos ni es fácil cuantificar este tipo de impactos", ha explicado.
Escrivá ha señalado que el Banco de España está siguiendo de cerca los acontecimientos, dado que nos enfrentamos a una coyuntura económica y geopolítica extremadamente compleja. Aunque reconoció que las consecuencias pueden ser muy negativas y desiguales en función del país o región, también admitió que aún es pronto para saber cómo y cuándo se manifestarán con claridad estos efectos.
A su juicio, la política arancelaria impulsada por Trump supone una "perturbación de oferta muy severa", que podría provocar una desaceleración relevante en economías que, como la española, están mostrando actualmente un crecimiento sólido. Sin embargo, descartó un escenario de recesión. Sí anticipó que estas tensiones comerciales podrían traducirse en subidas de precios, como consecuencia de las medidas que se están adoptando para contrarrestarlas.
El gobernador también alertó sobre otros riesgos más difíciles de medir, como el posible deterioro de las cadenas de valor y suministro globales, fundamentales en la actual economía internacional. Estos cambios podrían fragmentar el comercio global y generar nuevas disrupciones. Además, subrayó que las percepciones de incertidumbre y las turbulencias en los mercados pueden enfriar el consumo y la inversión, y este efecto podría tardar un tiempo en notarse. "Todo esto dificulta mucho estimar con precisión cuál será el impacto final sobre el crecimiento y la inflación", recalcó.
Respecto a los precios, Escrivá indicó que la inflación se ha moderado en los últimos meses y se sitúa en torno al 2%. Los datos disponibles hasta marzo se ajustan al escenario base previsto, que contempla una normalización progresiva de la política monetaria en un entorno sin restricciones. Según explicó, el Banco Central Europeo no toma decisiones de política monetaria por picos puntuales de inflación -que considera posibles pero poco relevantes en términos globales-, dado que Europa tiene un volumen de comercio mucho mayor con el resto del mundo que con Estados Unidos. Lo importante, añadió, es la evolución esperada de la inflación a medio plazo, en un horizonte de dos años.
Por último, Escrivá apuntó que, aunque los choques de oferta suponen un riesgo al alza para los precios, también hay factores que presionan a la baja, como una posible caída del consumo, la inversión o la confianza de los agentes económicos. "Habrá que evaluar el equilibrio entre ambos elementos para entender cuál será el efecto neto sobre la inflación", señaló.
En relación al empleo, advirtió que si la demanda se resiente con fuerza y las empresas perciben que esa situación se va a mantener en el tiempo, es posible que se ralentice la creación de empleo. No obstante, recordó que España parte de una posición sólida, con tasas de generación de empleo elevadas incluso en los primeros meses del año. "Es probable que los datos de empleo sigan siendo positivos a corto plazo, reflejo de la inercia previa al aumento de la incertidumbre, pero lo normal es que veamos una moderación en los próximos meses. Cuánto se desacelerará es aún incierto", concluyó.