(El Confidencial, 10-02-2025) | Fiscal
El impuesto a la banca diseñado por el Ministerio de Hacienda, en acuerdo con Junts, estará vigente entre 2025 y 2027 y afectará principalmente a las entidades de mayor tamaño o aquellas que aún arrastran créditos fiscales por pérdidas acumuladas en el pasado, especialmente entre 2008 y 2012 o durante la crisis de la COVID. Como resultado, bancos como Openbank e ING no tendrán que tributar.
Este nuevo tributo amplía el número de bancos sujetos al impuesto, ya que se aplicará a todas las entidades con ingresos superiores a 100 millones de euros en margen de intereses y comisiones netas, en lugar de los 850 millones establecidos en el diseño anterior. Además, introduce un tipo impositivo progresivo en lugar del 4,8% fijo previo, lo que penaliza especialmente a las entidades de mayor tamaño. La escala impositiva comienza en un 1% para bases de hasta 750 millones de euros y aumenta hasta un 7% para aquellas que superen los 5.000 millones. Esta estructura afectará en mayor medida a CaixaBank y a BBVA si finalmente absorbe a Sabadell. De hecho, el presidente de BBVA, Carlos Torres, ha señalado que podrían considerar retrasar la fusión debido a las implicaciones fiscales del impuesto.
A pesar de la ampliación del impuesto, algunas entidades presentarán una declaración con una cuota a pagar de cero euros. ING, por ejemplo, ha confirmado que no tendrá que abonar nada, manteniendo intacto su beneficio neto de 356 millones de euros. Openbank, el banco digital de Santander, también quedará exento de pago. Esto se debe a una deducción incluida en el gravamen, que permite reducir la cuota en un 25% del Impuesto sobre Sociedades efectivamente pagado. Las entidades financieras están sujetas a un tipo del 30% en este impuesto, superior al 25% del resto de grandes empresas. Sin embargo, muchas de ellas cuentan con créditos fiscales acumulados por pérdidas pasadas, lo que les permite reducir significativamente su carga tributaria.
Las pérdidas registradas durante la crisis financiera de 2008-2012, exacerbadas por los decretos Guindos que obligaron a provisionar pérdidas contra resultados, generaron un gran volumen de activos fiscales que siguen disminuyendo la tributación de numerosas entidades. También hubo bancos medianos que sufrieron pérdidas durante el período de tipos de interés al 0%, así como en 2020 debido a la pandemia. Sin embargo, entidades como ING, que no disponen de créditos fiscales acumulados, quedan menos afectadas o incluso exentas del impuesto. En su primer año de aplicación, la filial española del banco holandés no experimentará impacto alguno.
Según fuentes jurídicas, el nuevo impuesto también tendrá un impacto menor en bancos como Allfunds o Bankinter. En el caso de este último, su consejera delegada, Gloria Ortiz, ha señalado que el impacto del tributo será inferior al de años anteriores, pese a que el banco incrementó su beneficio un 13%, alcanzando los 953 millones de euros. En 2024, Bankinter pagó 95 millones de euros por este impuesto temporal.