(Expansión, 28-11-2024) | Fiscal

Los analistas de Scope Ratings consideran que la nueva figura fiscal, que entrará en vigor el próximo año, representa un "problema". En un informe reciente, prevén una disminución generalizada de la rentabilidad sobre los fondos propios tangibles (ROTE) de todos los bancos, atribuida a una reducción en los ingresos. Además, advierten que las modificaciones estructurales y la ampliación del impuesto bancario podrían deteriorar aún más la rentabilidad de las entidades en 2025.

El Gobierno logró aprobar la nueva tasa la semana pasada en el Congreso, contando con el respaldo de sus aliados. Este impuesto, que estará vigente durante tres años, seguirá gravando los ingresos por intereses y las comisiones netas generadas en España. Sin embargo, a diferencia de la versión anterior, ahora se aplicará un tipo progresivo, que variará entre el 1% y el 7% dependiendo de la base liquidable.

En este contexto, los bancos de mayor tamaño serán los más afectados. Según estimaciones de EXPANSIÓN, Santander, BBVA y CaixaBank soportarán el 80% del total del gravamen, desembolsando cerca de 1.200 millones de euros en 2025. Este nuevo panorama se suma a una desaceleración en los ingresos provocada por las recientes bajadas de tipos de interés implementadas por el Banco Central Europeo. Los banqueros ya han señalado que el margen de interés ha alcanzado su punto máximo y anticipan caídas que impactarán tanto en la rentabilidad como en los beneficios ese mismo año.

Scope Ratings señala que los bancos intentarán compensar la reducción de ingresos incrementando su volumen de negocio, una estrategia que podría reducir aún más los márgenes y acelerar el descenso de la rentabilidad en 2025. Este enfoque ha llevado a varias entidades a recortar sus ingresos por comisiones. La implementación de esta nueva fiscalidad llega en un escenario completamente diferente al de finales de 2021, cuando se aprobó el gravamen vigente.

Por su parte, las asociaciones bancarias españolas han alertado en las últimas semanas que esta medida disminuye la competitividad de las entidades nacionales frente a sus homólogos europeos. También han advertido que podría reducir la oferta de crédito a familias y empresas en 50.000 millones de euros, según datos de la AEB. A nivel europeo, la ESGB, la asociación que representa a las cajas de ahorro, subrayó que este impuesto perjudica igualmente a las fundaciones bancarias.

Otros expertos han señalado que el impacto del nuevo gravamen podría afectar la capacidad de los bancos para remunerar a los accionistas. Borja de Castro, analista de BIG Banco, opina que los dividendos podrían verse afectados, aunque principalmente a largo plazo.

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