(El País, 11-11-2024) | Mercantil, civil y administrativo

La Reserva Federal ha seguido su línea habitual este jueves. En medio de la conmoción tras la contundente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, el banco central de Estados Unidos ha reducido los tipos de interés en 0,25 puntos, una medida ampliamente anticipada. El Comité Federal de Mercado Abierto ha situado el rango de interés entre el 4,5% y el 4,75%. Durante la conferencia de prensa, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reafirmó su compromiso con la independencia del banco central frente a las posibles presiones de Trump, declarando que no renunciará incluso si se lo solicitan y recordando que la ley impide al presidente cesarlo a él o a otros miembros del consejo antes de que terminen sus mandatos.

Trump representa una amenaza para la autonomía del banco central, la cual está protegida por ley. Un presidente no puede socavar esta independencia de manera unilateral, y tanto republicanos como demócratas en el Congreso coinciden en que es positiva. Powell ha sido claro al expresar que no cederá ante presiones políticas. Sin embargo, el escenario podría complicarse en el futuro. El mandato de Powell (quien fue nombrado por Trump en 2018 y renovado por Biden) finaliza el 15 de mayo de 2026 como presidente y el 31 de enero de 2028 como miembro del consejo.

En el pasado, Powell ya había subrayado la relevancia de la independencia del banco central en la lucha contra la inflación. Trump busca influir en la política de tipos de interés, y este jueves se le preguntó a Powell si estaría dispuesto a renunciar si se lo pidieran. Su respuesta fue un firme "No", recalcando que la ley no permite remover a los miembros del consejo. Aunque evitó responder a otras preguntas de índole política, también descartó temer interferencias del nuevo presidente.

El mercado prevé un posible recorte adicional de un cuarto de punto en diciembre, aunque comienza a ajustar sus expectativas debido a las posibles consecuencias inflacionarias de las políticas comerciales y fiscales del presidente electo, que podrían complicar un aterrizaje económico suave en EE. UU. Cuando se le preguntó si esto podría modificar la política monetaria, Powell prefirió no adelantar nada: "No adivinamos, no especulamos y no suponemos", señaló.

La alta inflación durante el mandato de Joe Biden ha generado malestar, que Trump ha capitalizado para ganar el apoyo de la clase trabajadora, afectada especialmente por el aumento de los precios. Trump asume el cargo con la inflación controlada y cercana al objetivo de estabilidad del 2%, pero la Reserva Federal aún no declara una victoria total.

Curiosamente, algunas de las propuestas de Trump podrían tener efectos inflacionarios. Los aranceles, al elevar el costo de las importaciones, y una política fiscal expansiva basada en rebajas fiscales, aumentarían la demanda. Además, la anunciada deportación masiva de inmigrantes podría reducir la oferta de mano de obra, lo que presenta un panorama desafiante para Powell, reflejado en el aumento de los tipos de interés a largo plazo tras la victoria de Trump.

Powell, consciente de que le preguntarían sobre el tema, respondió leyendo su respuesta preparada: "A corto plazo, las elecciones no afectarán nuestras decisiones". Esto fue interpretado por el mercado como una señal de que podría haber otro recorte de tipos en diciembre, salvo que surjan sorpresas. La Reserva Federal no actuará preventivamente frente a las posibles complicaciones derivadas de las decisiones de Trump y del Congreso, aunque no descarta del todo tener que aumentar los tipos en 2025 si fuera necesario.

Powell explicó que muchos factores influyen en la economía, y es difícil hacer predicciones a largo plazo sobre el impacto de los cambios políticos. "No sabemos cuál será el momento ni la naturaleza de las políticas, ni sus efectos específicos sobre la economía. Si resultaran significativas, se integrarían en nuestros modelos para el máximo empleo y estabilidad de precios", dijo. Aunque evitó mencionar las rebajas fiscales de Trump, Powell sí insistió en que la trayectoria fiscal de EE. UU. es "insostenible". "La deuda en sí no es insostenible, pero el ritmo de crecimiento sí lo es", advirtió.

El mensaje de Powell sobre la "fortaleza" de la economía contrasta con el discurso pesimista que ha promovido Trump en su campaña. Aunque Powell admitió que la economía "funciona bien", reconoció que "la gente sigue sintiendo el impacto de los altos precios". Añadió que "la inflación global ha afectado a todos, y aunque los precios no bajan, necesitamos años de aumentos salariales reales para que la gente se recupere, y en eso estamos trabajando". Powell considera que la economía está en el buen camino, aunque tomará tiempo antes de que las personas recuperen la confianza.

La Reserva Federal realizó aumentos de tipos agresivos, no vistos desde los años 80, para contener la inflación. Con la situación relativamente controlada y un enfriamiento en el empleo, en septiembre comenzó un ciclo de recortes de tipos con una bajada de 0,5 puntos. Se anticiparon otros dos recortes de un cuarto de punto para este año, uno de ellos este jueves y otro en la reunión de diciembre, aunque han enfatizado que las decisiones dependerán de la evolución de los datos económicos.

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