(El País, 24-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

La guerra arancelaria iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el objetivo de reducir el elevado déficit comercial del país y repatriar parte de la producción industrial deslocalizada, ya está afectando las decisiones de viaje de los turistas españoles hacia destinos emblemáticos como Nueva York o Miami. "Los desplazamientos desde España hacia EE. UU. han caído un 15%, lo que refleja claramente las consecuencias de la situación política y económica actual, a pesar de que la paridad euro-dólar en principio podría haber favorecido estos viajes", señaló Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, durante la presentación del balance de la Semana Santa y las proyecciones para el cierre de 2025.

Una visión similar comparte la agencia de viajes online Destinia. "Al comienzo del conflicto comercial no se observaban grandes cambios en el número de viajes desde España. Sin embargo, conforme la tensión fue en aumento, las búsquedas de vuelos y las reservas descendieron considerablemente. No solo por los aranceles, sino también por el temor que comenzó a calar entre los potenciales viajeros", explicó una portavoz de la empresa. Destinia considera a EE. UU. un mercado clave, tanto por representar ya el 5% de sus ventas globales, como por su intención de abrir una filial en ese país este año.

Por el momento, este descenso en la demanda no se ha producido en sentido contrario. Estados Unidos sigue liderando como principal país emisor de turistas a España fuera de la Unión Europea, con 4,26 millones de visitantes en 2024. "Muchos de estos viajeros llegan a bordo de cruceros, y la asociación europea del sector, CLIA -que forma parte de nuestra organización-, nos ha confirmado que el crecimiento sigue al mismo ritmo que el año pasado", añadió Molas.

En cuanto al turismo proveniente de grandes emisores europeos como Reino Unido, Francia y Alemania -que en conjunto representan más de la mitad del total de visitantes-, la tendencia sigue estable en comparación con el cierre de 2024, según los primeros datos recogidos durante la Semana Santa. "La ocupación en alojamientos turísticos aumentó un 6% respecto al mismo periodo del año anterior y, según nuestras estimaciones, el primer cuatrimestre cerrará con un incremento del 5%", apuntó Molas. Este avance se debe en gran medida al empuje del turismo internacional, especialmente desde Alemania, Portugal, Reino Unido e Italia, que concentraron el 60% de la demanda. Por el contrario, el menor número de viajes hacia EE. UU. ha limitado el crecimiento del turismo emisor español.

En lo que respecta a los destinos nacionales, Toledo fue la ciudad con mayor ocupación hotelera, alcanzando un 92% de plazas cubiertas, seguida por Sevilla con un 87% y Madrid con un 85%. Barcelona, en cambio, se situó algo por debajo de años anteriores con un 80%, debido al notable encarecimiento de los alojamientos. Molas también destacó el buen comportamiento de los destinos insulares: Baleares alcanzó un 76% de ocupación y Canarias mantuvo cifras positivas a pesar de la huelga convocada en el sector, que no tuvo un impacto significativo.

Las perspectivas para el verano y el cierre del ejercicio son muy alentadoras, siempre que no se repitan eventos imprevistos como la guerra comercial iniciada por EE. UU. La Mesa del Turismo prevé un crecimiento sostenido del 5% para 2025, lo que permitiría cerrar el año con un récord histórico de 98 millones de visitantes extranjeros y una aportación al PIB del 13,2%. "A eso se sumaría un 8% adicional por impacto indirecto", concluyó Molas, quien considera que alcanzar los 100 millones de turistas ya no es solo un objetivo, sino una meta cada vez más tangible.

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