(Cinco Días, 05-02-2025) | Mercantil, civil y administrativo
El Tesoro ha dado inicio a febrero con una subasta de letras a seis y 12 meses. En un contexto de incertidumbre derivado de las amenazas arancelarias de Donald Trump, la deuda de la zona euro se percibe como un refugio seguro. Las compras en el mercado secundario se trasladan a las operaciones primarias, favoreciendo así una reducción en el coste de financiación. El organismo dirigido por Paula Conthe ha captado 5.816 millones de euros en deuda a corto plazo con tipos de interés más bajos. La bajada de rentabilidad es especialmente notable en las letras a seis meses, cuya rentabilidad alcanza su nivel más bajo desde diciembre de 2022.
Las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) acelere la reducción de los tipos de interés para evitar un mayor deterioro económico, sumadas al creciente interés de los inversores por activos seguros, están limitando las oportunidades para los pequeños ahorradores de obtener rendimientos atractivos sin asumir grandes riesgos.
La mayor parte de la colocación, 3.900 millones de euros, corresponde a las letras a 12 meses. El tipo marginal ha descendido 15 puntos básicos hasta el 2,235%, el nivel más bajo desde diciembre de 2024, mientras que la demanda ha alcanzado los 6.101 millones de euros. A pesar de la reducción progresiva en la rentabilidad, el interés de los pequeños inversores no se ha visto afectado, con peticiones no competitivas que han alcanzado los 1.086,48 millones, el nivel más alto desde agosto pasado.
En cuanto a las letras a seis meses, se han adjudicado 1.916,38 millones de euros a un tipo del 2,376%, el más bajo desde diciembre de 2022, en un periodo en el que los bancos centrales aún mantenían una política agresiva de subidas de tipos para contener la inflación. La demanda total ha sido de 1.916,38 millones, de los cuales 682 millones provienen de pequeños inversores.
El sólido desempeño de la economía española y el compromiso del Gobierno con la estabilidad fiscal han impulsado el apetito de los inversores por la deuda del país. Esta tendencia se observa tanto en las subastas programadas como en las emisiones sindicadas. Una semana antes de que el BCE anunciara la quinta bajada de los tipos de interés, el Tesoro logró captar 15.000 millones de euros en su primera emisión del año, con una demanda récord de 139.000 millones, superando el máximo histórico de 138.000 millones registrado el año anterior.
En línea con el resto de la zona euro, la deuda española ha conseguido mantenerse estable a pesar de la volatilidad reciente en los mercados. Mientras que los bonos estadounidenses a corto plazo siguen bajo presión debido a las expectativas de una inflación persistente, los rendimientos de la deuda en la eurozona han caído en todos los plazos. Aunque el BCE no ha dado señales claras sobre sus próximos movimientos, el mercado anticipa que los tipos de interés seguirán bajando hasta situarse en torno al 1,5% en junio. Este entorno de tipos más bajos podría seguir reduciendo la rentabilidad de la deuda, una tendencia que beneficiaría a España.
Mientras grandes economías como Alemania y Francia enfrentan dificultades presupuestarias y un crecimiento más débil, los países del sur de Europa, que en el pasado eran considerados más vulnerables, han logrado ganar la confianza de los inversores. España, en particular, ha conseguido deshacerse de la etiqueta de país periférico, como lo refleja la evolución de la prima de riesgo. La diferencia respecto a la deuda alemana se sitúa en torno a los 60 puntos básicos, muy cerca del mínimo de 57 puntos alcanzado en diciembre de 2021, cuando los tipos de interés estaban en niveles históricamente bajos y el BCE seguía comprando grandes cantidades de deuda para mantener los costes de financiación bajo control tras la crisis provocada por la pandemia.
El próximo compromiso del Tesoro con los mercados será este jueves, cuando prevé colocar 7.250 millones de euros en deuda a medio y largo plazo. Para las letras, habrá que esperar una semana más: el martes siguiente se subastarán títulos a tres y nueve meses. Además, en el transcurso del mes se llevará a cabo la segunda emisión sindicada del año, una operación que, siguiendo la tendencia de años anteriores, suele dirigirse a la captación de deuda con vencimientos entre 15 y 30 años. En 2023, el Tesoro logró colocar 6.000 millones con vencimiento en 2054, en la primera emisión a este plazo en dos años, antes de que el BCE pusiera fin a su política de tipos de interés cero.