(El Periódico, 26-11-2024) | Laboral
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha declarado improcedente el despido de un empleado de una empresa de mármoles debido a varios motivos, entre ellos, que la carta de despido era "inaceptable", al parecer redactada con un modelo de internet o utilizando "la mal llamada inteligencia artificial". En una sentencia del 16 de noviembre, a la que tuvo acceso EFE, la Sala de lo Social rechazó el recurso presentado por la empresa contra un fallo previo del Juzgado de lo Social nº 16 de Barcelona.
La sentencia aborda diversos aspectos relacionados con el despido, incluyendo irregularidades en el tratamiento de la discapacidad del trabajador, quien padecía silicosis, así como cuestiones relativas a su salario y jornada laboral.
La empresa, tras conocer el diagnóstico médico, decidió despedir al empleado sin haber demostrado una supuesta falta de rendimiento o dedicación. Además, el tribunal consideró que la enfermedad no representaba un obstáculo para el desempeño de sus funciones, ya que habría bastado con proporcionarle medidas de protección adecuadas, como una mascarilla.
Lo que llevó a los jueces a declarar nulo el despido fue la redacción de la carta de notificación al trabajador, descrita por el TSJC como "inaceptable". En ella se imputaba de manera "genérica" una falta disciplinaria consistente en una disminución voluntaria y sostenida en el rendimiento laboral.
El Tribunal criticó que, en un aparente acto de dejadez, la carta afirmara en su segundo párrafo que la empresa se dedicaba al comercio minorista de ropa, lo que, según los magistrados, sugiere que el texto fue copiado de otro modelo, descargado de internet o redactado de manera automatizada. En realidad, la empresa pertenece al sector de fabricación de materiales como porcelánicos, mármoles, granitos y cuarcitas.
En opinión del TSJC, "no existía ninguna causa justificada para extinguir el contrato laboral del demandante". Además, la empresa no se esforzó en justificar formalmente su decisión de despido y parecía asumir desde el inicio que el despido sería declarado improcedente. Según el tribunal, los propietarios de la empresa simplemente confiaron en que el costo del despido no sería demasiado elevado, dado que el trabajador llevaba menos de un año en el puesto.