(El País, 11-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo
Ni los factores externos más adversos parecen frenar el sólido crecimiento del turismo en España. Después de haber cerrado 2024 con un récord histórico de 94 millones de visitantes extranjeros, el sector turístico -especialmente hoteles, aerolíneas y turoperadores- se preparaba para superar ampliamente la simbólica barrera de los 100 millones de viajeros. Sin embargo, la inesperada ofensiva comercial iniciada por Donald Trump ha desatado una crisis bursátil internacional y ha reactivado el temor a una nueva recesión global. A pesar de este contexto volátil, las más de 2.000 empresas encuestadas por Exceltur el pasado 1 de abril, justo antes del inicio de la guerra arancelaria, aseguran que por el momento no se ha percibido ningún efecto negativo en la demanda turística.
"Esperamos un incremento del 5,2% en la actividad turística durante Semana Santa en comparación con el mismo periodo de 2024, y anticipamos un crecimiento similar en el segundo trimestre del año. A pesar del nuevo panorama global, los indicadores adelantados siguen mostrando señales positivas", afirmó Óscar Perelli, vicepresidente ejecutivo de Exceltur. También destacó que estas previsiones optimistas fueron compartidas por los principales miembros de la asociación -como Meliá, Iberostar, Riu, Iberia o Renfe- durante la asamblea del 9 de abril.
Aun así, los empresarios no son ajenos a los posibles efectos colaterales del nuevo contexto internacional. El 74,9% de los encuestados considera que la demanda turística global se verá afectada, y cerca de la mitad (49,4%) cree que el impacto se concentrará en los viajes de larga distancia hacia Europa. En este sentido, un 38,4% de las compañías estima que la caída de llegadas desde Estados Unidos y Asia podría traducirse en un aumento de los desplazamientos dentro del continente, lo que favorecería especialmente a España, ya que dos de cada tres turistas extranjeros que recibe provienen de otros países europeos.
Perelli también hizo hincapié en que el mayor riesgo para el sector turístico en España es la implementación de nuevas tasas o restricciones que no estén debidamente justificadas. "No podemos responsabilizar al turismo de todos los problemas. Es una visión injusta. Los destinos deben definir qué modelo turístico desean, pero siempre desde un análisis serio y con datos objetivos", señaló, en referencia a iniciativas como el aumento de la tasa turística en Baleares y Cataluña -las únicas comunidades autónomas que actualmente la aplican- o las recientes restricciones de movilidad aprobadas en Ibiza, que han fijado un tope de 16.000 vehículos de alquiler y han endurecido las condiciones de entrada para caravanas y autocaravanas.
A pesar de estos obstáculos, algunos subsectores del turismo se muestran especialmente optimistas de cara al segundo trimestre. Es el caso del alquiler de vehículos, que prevé un aumento del 8,5% en sus ventas. Le siguen de cerca el sector del transporte, con un crecimiento estimado del 7,8%, y la distribución, con un 7,6%. Ninguno de los segmentos analizados anticipa caídas en su actividad. La tendencia al alza también se refleja en el análisis por comunidades autónomas, donde todas las regiones proyectan un incremento en sus ventas turísticas. Los mayores avances se esperan en el País Vasco (6,9%), Madrid (6,7%) y Asturias (6,6%).