(El País, 18-03-2025) | Fiscal
La Agencia Tributaria intensificará en 2025 el control sobre personas físicas cuyos signos externos de riqueza no coincidan con los ingresos y el patrimonio que han declarado. Además, enfocará su atención en la regularización de rentas y ganancias vinculadas a bienes inmuebles, así como en la detección de retenciones insuficientes en los ingresos de artistas y deportistas no residentes. Estas medidas forman parte de las directrices del Plan de Control Tributario 2025, publicadas este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En el ámbito de la lucha contra el fraude, la Agencia reforzará la vigilancia sobre operaciones que puedan implicar grandes modificaciones patrimoniales, el uso indebido de beneficios fiscales en reestructuraciones empresariales y la ocultación de los verdaderos beneficiarios de determinadas transacciones económicas.
Uno de los ejes de actuación de la Inspección será la identificación de contribuyentes cuyo nivel de vida no guarde relación con sus declaraciones fiscales. En estos casos, se analizarán prácticas como el uso de sociedades instrumentales para cubrir gastos personales, la cesión de activos para su uso particular, la simulación de arrendamientos o la ocultación de ingresos mediante préstamos ficticios. El objetivo es atribuir a las personas físicas las rentas correspondientes a estos gastos e inversiones que en realidad disfrutan, pero que están declarando como deducibles dentro de estructuras creadas con fines fraudulentos.
El plan también prevé un mayor control sobre empresarios y profesionales que no declaren ingresos obtenidos mediante tarjeta, pese a operar en sectores donde este método de pago es común. Asimismo, se pondrá la lupa sobre quienes simulen actividades económicas para generar facturas irregulares y sobre los receptores de estas, que pueden estar obteniendo devoluciones indebidas de IVA o justificando gastos ficticios.
Por otro lado, se examinará el papel de los inversores en estructuras de financiación como las agrupaciones de interés económico, diseñadas para canalizar beneficios fiscales. También se reforzará la supervisión de rentas obtenidas por no residentes, especialmente en lo relacionado con ingresos procedentes de bienes inmuebles y con retenciones insuficientes en el caso de artistas y deportistas.
La Agencia Tributaria mantendrá su presencia en sectores con alto riesgo de economía sumergida y reforzará la inspección sobre sistemas de facturación como terminales de punto de venta (TPV), en línea con la próxima entrada en vigor de nuevas normativas para evitar el uso de software de doble uso.
El control fiscal también se extenderá a los contribuyentes que operen con criptomonedas sin declarar las ganancias obtenidas. En el comercio electrónico, se utilizará la nueva información sobre pagos transfronterizos y los datos aduaneros del régimen de ventanilla única para detectar posibles infradeclaraciones de IVA.
Además, con la implementación del intercambio de información internacional DAC7, se avanzará en la identificación de propietarios e intermediarios en el mercado de alquiler turístico. También se intensificarán las investigaciones sobre los neobancos, para prevenir su uso como vía de evasión fiscal o blanqueo de capitales por parte de organizaciones criminales.
En cuanto a la modernización de su operativa, la Agencia Tributaria trabajará en la integración de la inteligencia artificial (IA) para mejorar la eficiencia de sus servicios, en especial en la asistencia al contribuyente. Se prevé la implantación de un sistema de cita telefónica en el día, la introducción de Renta Directa para facilitar la presentación de declaraciones sencillas de IRPF y una segunda fase de simplificación del lenguaje administrativo, que afectará a más de 4,1 millones de documentos anuales.
Otros avances incluirán la conversión del informador censal en un Asistente Virtual de Censos y el lanzamiento de Censos Web, que permitirá a los contribuyentes gestionar de manera asistida sus obligaciones fiscales. Asimismo, se habilitará progresivamente el pago de impuestos mediante Bizum, además de ampliar las opciones de pago con tarjeta en entornos seguros de comercio electrónico.
En el ámbito de la prevención del fraude, se aumentarán los casos en los que los contribuyentes podrán corregir errores u omisiones en su declaración de IRPF mediante autoliquidaciones complementarias calculadas por la Agencia. Además, se adelantarán a abril las notificaciones a potenciales no declarantes del impuesto sobre la renta.
Desde el punto de vista recaudatorio, se fortalecerá el control y seguimiento del cobro en casos de delitos fiscales y contrabando, con la actualización de los procedimientos de embargo para hacerlos más ágiles. También se impulsará la gestión de deudas en concursos de acreedores y se prestará especial atención a casos de vaciamiento patrimonial, uso de sociedades refugio o entramados empresariales creados con el fin de aparentar insolvencia.